Nuestra historia se colorea sola entre lo fantástico y lo real, más con la novela de realismo mágico que significa la Revolución Mexicana, porque hay más mitos y relatos apasionantes sobre las haciendas, los héroes y las maldiciones, que verdaderos hechos; aunque esos verdaderos hechos también parecen obra de un gran cuentista, como los 16 presidentes de la República que fungieron de 1911 a 1940, pues se aplicó el clásico“quien a hierro mata, a hierro muere”.
Por Sheila Ortiz
Una lucha que terminó perdiendo sus propios ideales que desgastados se tornaban ambiciosos de poder; para asimilar un poco esta grandiosa historia desmintamos o aclaremos algunos de los mitos de la lucha de principios del siglos XX.
- Pancho Villa era un bandido
Hay mucha magia entorno a la figura de Francisco Villa, tantos que casi es una mera leyenda; desde un Robin Hood mexicano hasta una especie de bárbaro sin escrúpulos como Gengis Kahn y un fabuloso estratega como Napoleón. Era llamado El Centauro del Norte por algunos y por otros el Quinto jinete del Apocalipsis, pero para comprender debemos sacarlo un poco del tajante bien y mal. Villa fue un hombre, que aunque no muy culto, conocía las miserias de la gente de campo. A pesar de haber aprendido a leer ya siendo adulto, creía firmemente en el poder de la educación, era un hombre leal tanto con sus ideales como con su gente. Fue muy odiado por derramar sangre de sus enemigos sin remordimiento alguno.
- Francisco ¿Indalecio o Igancio? Madero
No, la famosa I de Francisco I. Madero no corresponde a Indalecio; en su fe de bautismo y su acta de nacimiento aparece como Ignacio. Sus nombres vienen se San Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola, santos a los que sus padres eran fieles adeptos.
- Zapata no era un pobre campesino
A pesar de que siempre se ha pintado a Emiliano Zapata como un pobre campesino que se levantó en armas para pelear por su tierra, en realidad era un pequeño propietario de una modesta porción de tierra de cultivo, algunos buenos caballos y una vez, con lo que ganó con una buena cosecha de sandías, pudo comprar una botonadura de plata para lucir radiante su traje de charro. Respecto a la comida le gustaba la francesa y el buen coñac.
- La verdadera Revolución
Se piensa que la este hecho histórico se dio como un todo, enfrentando la dictadura de Porfirio Díaz y contra Victoriano Huera, pero las cosas no fueron así. La Revolución Mexicana fue la suma de distintas rebelionesque tenían variadas motivaciones a lo largo del territorio nacional. Lo peor no fue derrocar a Díaz o a Huerta, sino cuando los supuestos héroes revolucionarios lucharon entre sí por la llamada “silla maldita” en la que se postraba el Presidente y concentraba un gran poder. Esos compañeros de batalla terminaron asesinándose unos a otros: Carranza mandó matar a Zapata; Obregón y Calles a Carranza y Villa; Calles a Obregón y al final Cárdenas expulsó a Calles. ¡Qué lío!
- Un millón de muertos
Se dice que durante la revolución cayeron muertas un millón de personas, pero no es correcto. Sí, hubo un millón de víctimas, pero entre muertos, desaparecidos, heridos y desplazados. Del millón, 500 mil fueron los muertos por la epidemia de influenza de 1918, la hambruna y otras enfermedades. Las pérdidas humanas en campo de batalla no fueron más de 100 mil.
- La Constitución de 1917, ¿la de todos los mexicanos?
No fue un pacto social que consagró los ideales de la Revolución para todos los mexicanos, más bien fue la Constitución de los vencedores, de los carrancistas. Los reaccionarios (las clases elevadas de toda la República y los próceres del Capital), y sus adversarios derrotados (entre ellos los villistas, convencionistas y algunos maderistas) no merecían la dicha de participar en la construcción de la gran Carta Magna.
- Madero el Presidente espiritista
Desde 1891 adoptó la doctrina espírita de la cual dejó una vasta obra sobre espiritismo, incluso fundó periódicos como La Cruz Astral, en el que publicaba artículos firmados con pseudónimos como Arjuna y Bhima; tan inmiscuido estaba que presentó ponencias en los Congresos de 1906 y 1908. Tenía comentarios al Baghavad Gita y al final elaboró el Manual Espírita cuando ya era presidente.
Fuente: WikiMéxico