¿Almacenar la energía que nos ofrece el sol para hacer frente al desafío energético y al fenómeno del cambio climático? Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard logra modificar la composición de una bacteria para producir combustible líquido a partir de energía solar. Se estima que el método sea extrapolable en el futuro para el suministro energético de los vehículos.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard, EE.UU., revela en un estudio publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ la creación de un sistema que se sirve de una bacteria modificada genéticamente para convertir la energía solar en combustible líquido con objeto de afrontar el desafío energético y luchar contra el cambio climático, informa NBC News.
Para ello, los científicos han modificado genéticamente a una bacteria, la llamada ‘Ralstonia eutropha’, mediante hidrógeno de agua obtenido a partir de energía solar. Gracias a este la bacteria es capaz de convertir dióxido de carbono, principal responsable del calentamiento global, en un alcohol combustible llamado isopropanol. Además, a diferencia de estudios anteriores en una línea similar, en esta ocasión los especialistas han utilizado como catalizadores de las reacciones químicas metales abundantes como el cobalto, en lugar de metales preciosos.
“Las células fotovoltaicas tienen un considerable potencial para satisfacer las futuras necesidades de energía renovable, pero se necesitan métodos eficientes para almacenar la electricidad intermitente que producen y poder generar energía solar a gran escala”, explica Daniel Nocera, principal autor del estudio. En 2009 Nocera fue incluido en la lista de las 100 personas más influyentes según la revista ‘Time’ gracias a sus propuestas de combustibles inspirados en la fotosíntesis de las plantas.
Fuente: RT