Varias celebridades, entre ellas el magnate del hip hop Russell Simmons, llamaron a boicotear el “Viernes Negro” para protestar contra la decisión de no juzgar a un policía blanco que mató a aun joven negro desarmado en agosto en Ferguson, en un polémico caso que reavivó las tensiones raciales.
La actriz Kat Graham (“Vampire diaries”) que cuenta con más de dos millones de seguidores en Twitter y el comediante Jesse Williams, de la popular serie de televisión “Grey’s Anatomy”, compartieron imágenes con un llamado a “no gastar ni un centavo”(#notonedime).
La periodista estrella Soledad O’Brien retuitio este llamado en su cuenta de Twitter. El “Viernes Negro” o “Black Friday” es el viernes que sigue a la fiesta de Acción de Gracias. Es un día en que los comercios y grandes distribuidores ofrecen importantes descuentos por lo que los estadunidenses salen frenéticos a comprar.
“Tenemos el poder de cambiar esta nación. Apoye #boycottBlackfriday”, escribió Kat Graham en Twitter. Jesse Williams, quien el lunes expresó su rabia tras el veredicto de un gran jurado de St.Louis (Missouri, centro) de no juzgar al policía Darren Wilson escribió en su cuenta de Twitter: “No hay justicia, no hay beneficios. Las empresas y el público hablan sólo en dólares, entonces hablémosle”.
“BlackoutBlackFriday” está inspirado en un boicot realizado a los buses en Montgomery en 1955. En esa ocasión, los habitantes de esta ciudad de Alabama (sur) dejaron de usar los servicios de buses municipales para protestar contra la discriminación racial en los transportes, en una de las grandes etapas de la lucha por los derechos cívicos (Civil Rights Movement) de Estados Unidos.
Decenas de miles de personas se manifestaron en 170 ciudades de Estados Unidos el martes por la noche, para reclamar justicia tras la decisión de un gran jurado de no imputar al policía Darren Wilson, que mató al joven Michael Brown, tras un altercado entre ambos, en pleno día el 9 de agosto en Ferguson (Missouri).
Hoy, la tensión era palpable en Estados Unidos, tras la segunda noche de cólera por la liberación del policía que mató a Michael Brown, en un hecho que reavivó los viejos demonios del país: racismo e impunidad. Las protestas fueron en su mayoría pacíficas, aunque en algunos estados culminaron con detenciones. En Los Ángeles, 180 personas fueron arrestadas por la Policía por haber bloqueado una autopista, y una decena fue arrestada en Nueva York.
Es raro que las protestas por una causa alcancen a tantas ciudades juntas en Estados Unidos. Este caso demuestra la profundidad del trauma provocado por la muerte de Brown y entre los ciudadanos alimenta el sentimiento de que nada cambiará.
Al caso de Brown se suma la indignación por la muerte de un niño afroamericano de doce años, abatido el fin de semana por un policía cuando manipulaba un arma de juguete en Cleveland (Ohio), donde también se realizaron marchas para pedir justicia.
Fuente: Notimex