Ante la violencia registrada en el País, el Papa Francisco llamó a no resignarse.
En Michoacán, uno de los estados que más ha padecido las disputas por el control territorial del crimen organizado, Jorge Bergoglio exigió a sus sacerdotes no ser funcionarios de la fe y caer en la tentación de la resignación.
“¿Qué tentación nos puede venir de ambientes muchas veces dominados por la violencia, la corrupción, el tráfico de drogas, el desprecio por la dignidad de la persona, la indiferencia ante el sufrimiento y la precariedad?”, preguntó a los religiosos de todo el País reunidos en el estadio Venustiano Carranza.
Reconocimiento a ‘Tata Vasco’
Francisco llegó a la eucaristía utilizando el báculo y el cáliz que pertenecían a Vasco de Quiroga (1531-1565), un obispo que realizó obras en beneficio de las comunidades purépechas y fue reconocido como Tata Vasco debido al afecto que se le tenían los pueblos indígenas de la región.
“El dolor del sufrimiento de sus hermanos se hizo oración y la oración se hizo respuesta. Y eso le ganó el nombre entre los indios del Tata Vasco, que en lengua purépecha significa ‘papá. Padre, papá, tata, abba. Esa es la oración, esa es la expresión a la que Jesús nos invitó”, señaló.
El Papa Francisco hizó un paréntesis en la misa para agradecer al Cardenal de Morelia, Alberto Suárez Inda que se diera la celebración eucarística con su báculo y cáliz.