En un primer encuentro con integrantes de la Comisión por el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y Justicia a las Violaciones graves a los Derechos Humanos cometidos entre los años 1965-1990, militantes de la Liga 23 de Septiembre entregaron un archivo de 7 mil cuartillas, que fueron integrando en los últimos años como aportación para revisar y sancionar los crímenes cometidos durante la Guerra Sucia. Al mismo tiempo, demandaron justicia para la desaparición y asesinato de muchos de sus miembros que, a 40 años, no lo han recibido.
En la sede del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, presentaron 3 casos específicos en donde los procesos legales se han estancado bajo requisitos legales que consideraron burocráticos y excesivos. Se trata de Florencio Coronel , desaparecido sin que hasta la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas haga nada al exigir “daños que no es posible comprobar. Como se comprueba el daño a una familia que ha sufrido persecución polóítica” dijo Ricardo Valencia encargado del área legal de la Liga.
Otros dos casos fueron los de David Jiménez Fragoso, uno de los militantes con responsabilidades más importantes en su momento, al que deruvieron arbitraiamente en mayo de 1976 y que se reportó como caída en combate en abril de 1979 y Fernando Chong, desaparecido en mayo de 1982.
“No nos reivindicamos como un grupo de sobreviviente, somos militantes de la liga 23 de septiembre. No venimos de un naufragio, hemos seguido luchando, combatiendo, estamos dando rostros, militancia de más de 40 años en la Liga. Ahora hay condiciones para presentarnos de manera pública sin renunciar a la búsqueda del socialismo” aseveró Jaime Laguna, uno de los últimos militantes que llegó a una prisión antes de la política del Plan de Rastreo, una estrategia, dijo, de aniquilación de los miembros de la Liga.
En su momento, Juan Hernández , quien dijo ser hijo de dos padres que fueron víctimas en la Guerra Sucia urgió a que la Comisión de Esclarecimiento ahora si haga justicia en el corto plazo porque “Se está muriendo la gente. Las familias los deudos, los que participaron en el movimiento, por el tiempo desde que pasaron los hechos y la gente se está yendo sin justicia.
“Se están yendo una familia desgastada, sin dinero, económica,ente desgastada porque han invertido en busca de justicia.. Se han tado desapareciendo en vida. Por no otorgarles su reparación a tiempo.. Sé que es terrible para muchos moralistas”.
Después de la entrega del material acumulado, dijo Lagunes, durante 40 años, Carlos Pérez Ricart, integrante de la Comisión por el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico reconoció:
“Escucho agravio por parte de los compañeros, escucho indignación, exigencias, denuncias. Escuchamos en el Mecanismo de esclarecimiento histórico está escuchando, confianza, compañerismo,y colaboración. Las dos cosas agravio y voluntad de acompañarnos en este proceso, de confianza y colaboración. Estamos del lado de quienes quieren justicia, del lado de las víctimas, de quienes continúan luchando por un país más justo”.
Sin embargo, Pérez Ricart aseveró que no se pretende generar falsas expectativas porque el Mecanismo solo es una parte de este esfuerzo por esclarecer los crímenes del pasado. “No es un esfuerzo academicista hay un objetivo político, del reconocimiento del estado de graves violaciones a los derechos humanos. Uno de los cinco ejes es el de la memoria, aunque hizo el compromiso por traducir los esfuerzos de recuperación para lograr el esclarecimiento y sanción de los crímenes cometidos entre 1965 y 1990.
Fuente: La Jornada
