Representantes de fuerzas políticas de izquierda de 10 países en América Latina manifestaron su apoyo al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a través del llamado Grupo Progresista Latinoamericano “Progresivamente”.
También demandaron una solución al conflicto en Venezuela por la vía del diálogo y exigieron la libertad del expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva.
En un pronunciamiento público, luego de tres días de pláticas en esta ciudad, los líderes progresistas alentaron al triunfo de candidatos “populares” en las próximas elecciones en América del Sur, como Daniel Martínez, en Uruguay; Evo Morales, en Bolivia, y Alberto Fernández, en Argentina.
“Sostenemos la importancia de lograr una solución pacífica al grave conflicto político, económico y social por el que está atravesando el Pueblo de Venezuela.
“El grupo reunido en Puebla declara su solidaridad con el pueblo venezolano y apoya la promoción del diálogo en el país”, planteó el grupo en un pronunciamiento público.
En la declaratoria del grupo se explicó que la difícil situación económica y social que enfrenta el continente es resultado de políticas neoliberales.
Cuestionaron el impacto de campañas sucias y la persecución judicial en contra líderes populares, como el caso de Lula da Silva.
Entre los firmantes están el expresidente colombiano Ernesto Samper; el candidato presidencial uruguayo, Daniel Martínez; el senador chileno y exsecretario general de la OEA, José Miguel Insulza; el excandidato presidencial mexicano, Cuauhtémoc Cárdenas; y el presidente del partido chileno Progresista, Camilo Lagos.
“A partir de problemas comunes y situaciones muy similares, nos hemos planteado aquí caminos comunes y esfuerzos comunes y solidarios para solucionar estos problemas”, expresó Cuauhtémoc Cárdenas, durante el cierre del encuentro.
Por México también firmaron la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky; el gobernador electo de Puebla, Miguel Barbosa; y el experredista Carlos Sotelo; y se contó con la presencia de la senadora priista Beatriz Paredes, así como René Bejarano, en su calidad de dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza.
Fuente: Reforma