Por Teodoro Rentería Arróyave
No precisamente el presidente, Enrique Peña Nieto, el Congreso de la Unión y las más significativas Organizaciones No Gubernamentales exhibieron en su infinita mezquindad al partido Acción Nacional, PAN, fueron los mismos personeros del ex presidente, Felipe Calderón Hinojosa quienes así lo hicieron al criticar la promulgación de la Ley General de Víctimas.
Mientras en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, había alegría dentro de la tristeza por el drama que viven deudos y víctimas de la violencia en México, estos sujetos hicieron todo lo posible para acercarse a los medios y descalificar la norma que ayer fue publicada por el propio Congreso de la Unión en el Diario Oficial de la Federación.
Nuevamente tenemos que recordar la historia de la infamia. Calderón Hinojosa en un acto más exhibicionista que efectivo y que aprovechó para presumir su guerra contra el crimen organizado, prometió al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia, quien con otros deudos, sólo reclamaban justicia ante los homicidios de sus hijos, padres y demás familiares.
Ahí, precisamente, hizo promesa formal y pública de que aceleraría la promulgación de una ley a víctimas, mandó la iniciativa al Congreso, misma que fue aprobada por todos los partidos políticos, incluyendo el suyo, Acción Nacional, luego, como es sabido, se negó a promulgarla, como respuesta el Congreso ordenó su publicación en el Diario Oficial de la Federación, por lo que el mismo mandatario encabritado la congeló y presentó la controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El presidente Peña Nieto prometió en su primer día de mandato desistirse de la controversia y prometió promulgarla porque “hay un México lastimado por la delincuencia, donde las víctimas son quienes más han sufrido”.
Alejandro Martí que encabeza la Organización México SOS, ligado al calderonismo, afirmó que la Ley prevé que los contribuyentes tendrían que cubrir el daño causado por un delincuente y eso tiene un costo incalculable.
Seguramente este señor no escucho o desconoció que se usará una bolsa con recursos que etiquetará la Cámara de Diputados de fondos estatales y los decomisos al crimen organizado.
Por su parte, Isabel Miranda de Wallace, usted la recuerda, fue la candidata a jefa de Gobierno del Distrito Federal por decisión personal del Calderón Hinojosa, criticó: “me parece que se están vendiendo ilusiones. La ley, además de ser inconstitucional, no tiene los mecanismos de operación para hacerla eficaz”.
La contestación vino directa a estos personeros panistas del propio poeta Javier Sicilia, al dar la bienvenida a la Ley y desde luego seguir en la lucha para completar el trámite a fin de que se haga realidad todo lo estipulado.
Ninguna ley es perfecta, todas son susceptibles de perfeccionarse, sin embargo es de resaltarse que ya se dio el primer paso en beneficio de la sociedad, en este caso en beneficio de las víctimas y de los deudos de las víctimas, por lo pronto cuando menos debemos apoyarla en ese sentido y marginar los intereses perversos del pasado inmediato. Queda claro, se exhibió el panismo calderonista.
* Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano.
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