Cientos de integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) irrumpieron en el acto oficial conmemorativo al Día del Trabajo en donde estaban presentes autoridades estatales.
Con rechiflas, consignas y algunas mentadas, los coléricos burócratasexigieron al gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, que dé una explicación sobre la falta de recursos en la administración pública para cubrir las demandas de incremento salarial.
Con insultos y faltas de respeto, los trabajadores demandan el diálogo con la autoridad estatal, la cual declaró inexistente la huelga del STASPE.
El movimiento del STASPE se prolongó 10 días, lo que generó que la hacienda estatal tuviera serios problemas de captación de recursos, e incluso se tuvo que ampliar 15 días el plazo para el pago del refrendo vehicular.
Las ofensas contra el Gobierno subieron de tono y los inconformes secuestraron prácticamente la caravana de seguridad que traslada al propio ejecutivo estatal.
Con altavoz en mano, Antonio Ferreyra Piñón, acusó que el STASPE fue objeto de una marranada política y argumentó que el Ejecutivo mantiene oídos sordos para replantear el diálogo entre autoridades y sindicato.
Al término del evento, la situación se salió de control y en aras de restablecer el orden, el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, se dispuso a dialogar con algunos de los dirigentes del STASPE, sin embargo, las ofensas personales contra el mandatario subieron de tono: “mejor te hubieras muerto, calavera”, gritó uno de los burócratas, a lo que el gobernador fue directamente a encararlo, pero el cuerpo de escoltas impidió que el gobernador confrontara al agresor.
Tras ello, una lluvia de envases de plástico, papeles y monedas, se hicieron presentes contra la escolta del ejecutivo, quien en la confusión no vio un escalón de la Plaza Benito Juárez lo que provocó que tropezara.
El mandatario fue auxiliado por sus funcionarios de primer nivel, entre ellos Lupita Sandoval, directora de Relaciones Públicas, Wilfrido Lázaro, edil de Morelia y el jefe del Gabinete, Guillermo Guzmán, quienes lo encaminaron al convoy de seguridad, cuyas camionetas fueron atacadas con envases y otro tipo de objetos, así como puntapiés y puñetazos.
Fuente: El Financiero