Asistentes al Gran Premio de México gritaron “¡asesino!” al expresidente Felipe Calderón Hinojosa, a quien muchos señalan como el principal responsable de las miles de muertes y desapariciones registradas en el país desde que impulsó la guerra contra el narcotráfico.
Varios de los asistentes al Gran Premio de la Fórmula Uno, realizado ayer en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México, se tomaron fotografías con el exmandatario, pero muchos otros le gritaron: “¡Lárgate, asesino. Sáquenlo!”.
Calderón respondió con una sonrisa nerviosa y un saludo a las gradas. Algunas versiones indican que se retiró en helicóptero, mientras que su esposa, Margarita Zavala, quien se perfila como aspirante a la presidencia de la República en 2018, abordó el Metro.
El panista es asiduo espectador de competencias deportivas internacionales. En mayo de 2014 viajó al principado de Mónaco para ver al piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez.
En junio siguiente viajó en el crucero MSC Divina para presenciar el debut de la selección mexicana de futbol en el Mundial de Brasil.
De acuerdo con el reglamento vigente del Estado Mayor Presidencial, Calderón tiene 12 guardias destinados a custodiar su seguridad, además de guardaespaldas para su esposa e hijos.
A principios de su sexenio, Calderón declaró “la guerra” al crimen organizado, arrebato que fue criticado por especialistas, quienes denunciaron la falta de una estrategia clara para combatir al narcotráfico.
Cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indican que en el sexenio anterior murieron 121 mil personas de manera violenta.
La misma cifra fue corroborada en marzo de 2014 por el grupo parlamentario del PRI en el Senado. Citando datos de la Procuraduría General de la República, durante la administración de Calderón se dio una muerte violenta cada 30 minutos.
Y el Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa destacó que la narcoguerra dejó además 344 mil 230 víctimas indirectas, entre ellas hijos, esposas, padres o familiares de las víctimas.
En septiembre de ese mismo año, el exmandatario reconoció en una entrevista publicada por el diario español ‘El País’ que hubo abusos por parte de las fuerzas de seguridad durante su mandato en la guerra contra el narcotráfico, aunque matizó que fueron una excepción.
“Es cierto, las operaciones federales se multiplicaron, y lamentablemente hubo abusos. Pero fueron la excepción y no la regla, y siempre que el gobierno tuvo conocimiento se actuó para llevar a la justicia a los responsables”, explicó.
En esa ocasión el panista dijo al rotativo español que de las más de 5 mil 600 quejas presentadas entre 2010 y 2012 ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por torturas y malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad, “menos de 2% resultaron fundadas y se tradujeron en recomendaciones a las fuerzas federales”.
“De esas recomendaciones, todas sin excepción fueron acatadas por mi gobierno, iniciando las averiguaciones penales en los casos en que así fue establecido”, apuntó.
Fuente: Apro/ Megáfono