A Francisco Toledo no le gustaba compararse con los tres grandes exponentes del muralismo mexicano, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco, ni con su movimiento social y político de resistencia.
A ellos –decía– “les tocó un país que se estaba construyendo y a mí me tocó un país que se está destruyendo”.
Por Pedro Matías/ Proceso
Confesó en una entrevista con Proceso:
“Usted me compara con Diego Rivera o David Alfaro Siqueiros, pero no creo que sea buena la comparación porque ellos eran gentes de partido, con convicciones, con una ideología y yo francamente no tengo ni partido ni convicciones ni ideología”.
Hizo referencia a que todas las batallas que ha librado contra presidentes de la República, gobernadores y autoridades municipales por la defensa del patrimonio cultural, los recursos naturales, el territorio y el maíz nativo, así como su activismo por los derechos humanos, “no se cuantifican, haces lo que puedes, hay que ser constantes, y aquellos señores eran constantes”.
Entonces, “mis protestas no me llevan a ningún lado a mí personalmente, no voy a ser diputado, no quiero tener un puesto”.
Así fue toda su vida el maestro Francisco Toledo, hasta este pasado jueves 5 de septiembre en que murió y dejó en la orfandad a las artes y a Oaxaca misma, por lo cual el gobierno del Estado decretó un día de duelo, se izaron las banderas a media asta, se realizaron minutos de silencio, se colocaron moños negros en señal de luto en todas las oficinas gubernamentales, y se le realizó un homenaje en el Teatro Macedonio Alcalá.
Desde hace dos años, el afamado pintor zapoteco ya comenzaba a delegar responsabilidades para cuando llegara su partida.
Previo a la inauguración de su exposición Naa Pia´, los diferentes rostros de Francisco Toledo en 7 décadas, se le preguntó: ¿Hay algo que le falte hacer?
Su respuesta fue contundente:
“Me gustaría ver que las instituciones culturales (que creó) continúen, es un deseo y que sean sólidas para que cuando yo no esté sigan haciendo la labor que han venido haciendo (…). Por eso estamos ligados al INBA y a instituciones, porque hay que prepararse para dejar lo que se ha ido formando, para que siga trabajando por muchos años”.
Muestra de ello es que el 20 de enero de 2015, como un preludio de lo que venía, el afamado pintor entregó al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en donación el museo del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) que fundó en noviembre de 1988, y que guarda 124 mil obras artísticas así como 80 mil fotografías del acervo de Manuel Álvarez Bravo.
Este acto fue considerado “el de mayor generosidad que se ha dado en el país”, ya que por un peso Toledo entregó dos propiedades con sus respectivos acervos:
La biblioteca del IAGO, que se encuentra en el andador turístico en Macedonio Alcalá 507, cuenta con más de 30 mil libros de arte, pintura, gráfica, diseño, diseño textil, museos del mundo y arquitectura; contiene 22 mil libros de literatura, poesía, ensayo, historia de la religión, filosofía, teatro, cine y fotografía.
Aunado a ello, Toledo entregó más de 20 mil piezas de grabado de artistas internacionales como Pablo Picasso, Joan Miró, Antonio Saura, Francisco de Goya, así como 80 mil fotografías de Manuel y Lola Álvarez Bravo, Edward Weston, Graciela Iturbide, Josef Koudelka y Nacho López.
En esa fecha, durante el evento, que se desarrolló en el IAGO, Toledo se mostró nostálgico; sin embargo, al finalizar el acto protocolario comentó que “la lucha sigue”.
Al cuestionarle qué sintió al entregar parte de su vida, ironizó: “No siento nada, soy de piedra”.
–¿Qué recibe Toledo a cambio del IAGO?
–Recibo un peso y no es deducible de impuestos, es efectivo y me lo voy a gastar yo solito.
En la exposición Naa Pia´, Yo mismo, abordó un tema recurrente en su obra: los autorretratos (desde niño hasta ahora); en algunos otras se ve como un niño negro, insecto o esclavo.
En el pésame a la familia del maestro Toledo que se realizó en el patio central del IAGO, se leyó un texto de pluma de Martha Patricia Montero, quien resumió la vida de la lucha social y cultural del artista juchiteco:
¿Quién hará danzar ahora a los grillos y a los cocodrilos? ¿Quién emprenderá una cruzada para defender las especies nativas del maíz? ¿Quién hará cartas prodigiosas para evitar locales de fast-food en el Centro Histórico de Oaxaca? ¿Quién se sentará en su sencilla mesa de comedor a trazar autorretratos con miradas igual de profundas? ¿Quién hará de sus casas museos, regalándolas con total desprendimiento al pueblo y los artistas? ¿Quién dejará crecer tan honda su raíz para preferir una y mil veces la cantera verde, los cielos límpidos y de nubes viajeras que las invitaciones a exponer en países de otras lenguas y sueños? ¿Quién adoptará escuelas de preescolar para dedicarles cuadernos y rompecabezas y amplios horizontes? ¿Quién echará a volar papalotes para que los desaparecidos nunca se alejen de nuestros corazones? ¿Quién hará de sus pasiones joyería, mosaicos, telares y tapetes cargados de simbolismos? ¿Quién hará de los monos reflejos donde mirarnos todos?
¿Quién recodará que los huaraches, la ropa de algodón y el pelo enmarañado son suficientes si se tiene una vida coherente y la gracia de desparramar alrededor los dones de esa vida? ¿Quién llenará el vacío en tu mesa, en tus museos, en los talleres, en tus calles..?
Ay Francisco, que huérfanos nos dejas…
Hoy ya eres más ligero que las nubes de los cielos que te vieron soñar y hacer de esas ensoñaciones un arte irrepetible…
El texto circuló en redes sociales en homenaje al maestro.
Toledo era “un chingón”
Para el crítico de arte Fernando Gálvez de Aguinaga, el maestro era un hombre sano, activo, digno, revolucionario, erótico, consciente, amoroso, soñador, creativo, “era un chingón”.
Y agregó:
“A 500 años de la muerte de Leonardo da Vinci murió Francisco Toledo, quienes están encadenados en el mismo tamaño, sólo que el artista zapoteco fue además un luchador social que libró diversas batallas en las que salió victorioso y en algunas tuvo que sufrir ataques armados como ocurrió la madrugada del 20 de octubre de 2006 durante el conflicto sociopolítico por el levantamiento popular contra Ulises Ruiz Ortiz.
Esa madrugada sujetos desconocidos hicieron nueve disparos de calibre 38 súper frente a su domicilio, mientras que el edificio del IAGO fue objeto de pintas contra Toledo.
Y el 30 de junio de 2015, grupos de choque presuntamente vinculados con el PRI y el gobierno de Gabino Cué disolvieron una manifestación ciudadana encabezada por él, quien se oponía a la construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca en el Cerro del Fortín. En la gresca resultó herida una ambientalista.
Sus frentes de batalla son diversos y van desde lograr que el cuartel que ocupaba el exconvento de Santo Domingo fuera reubicado y sus instalaciones se convirtieran en el jardín etnobotánico (el entonces presidente Ernesto Zedillo y el gobernador Diódoro Carrasco le impidieron la entrada al artista el día de la inauguración), hasta aquellas que ganó al lograr que el andador turístico fuera peatonal o la de impedir el Centro de Convenciones en el Fortín.
Gálvez de Aguinaga, quien fuera colaborador del artista, refirió que “en lo social es un luchador incomparable, es uno de los papás de la democracia mexicana porque participó en el movimiento de Juchitán por el reconocimiento del primer municipio de izquierda en el país”.
Consideró que el ayuntamiento de Juchitán con el movimiento cultural de Toledo como brazo artístico significó el inicio de la democracia electoral en México a mano alzada, con los testigos que había llevado, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis y Rosario Ibarra de Piedra, los periodistas Manuel Buendía o Miguel Ángel Granados Chapa.
“Es la piedra de fundación de la cultura nacional democrática, además está el gran antecedente de la lucha indígena del EZLN, y su última lucha fue contra el proyecto del transístmico y su oposición al Tren Maya, diciendo que iba a ser un desastre ecológico”.
Envió por ello una misiva al presidente Andrés Manuel López Obrador donde pide se haga valer el derecho que tienen las comunidades indígenas para otorgar o negar su consentimiento previo, libre e informado
Histórica fue la lucha en la cual venció en 2002 con una “tamaliza” en el zócalo de la ciudad de Oaxaca, para detener la construcción de una transnacional de hamburguesas McDonald’s, a la que calificó de “chatarra del neoliberalismo”.
A raíz de eso se inició en Oaxaca el movimiento de los orgánicos en el país con el mercado de El Pochote.
Ya en 1998, con la irrupción del Ejército Popular Revolucionario (EPR), se convirtió en padrino de los hijos de los detenidos acusados de guerrilleros para apoyar a las familias que se instalaron en plantón indefinido frente al Palacio de Gobierno; además, en varias ocasiones se pronunció por una “amnistía” para los presos que llevaban más de 20 años en la cárcel.
Gálvez de Aguinaga recordó:
“Estábamos aquí en el IAGO, el patio estaba lleno de periodistas, todos los miembros de la élite del gobierno y empresarial que iban a anunciar un madruguete, el aval de McDonald’s para instalarse en el Centro Histórico”.
Sin embargo, Toledo abandonó la reunión:
“Toledo dijo: ‘Yo me voy a la marcha de las señoras y huérfanos de los presos del EPR porque tengo un compromiso con ellos, soy el padrino de ellos’, y se salió. Acto seguido se vació el lugar, los periodistas fueron tras el maestro. Parecía el flautista de Hamelín. Y yo me quedé con esos políticos hijos de… y al día siguiente se acabó, no se autorizó la licencia”.
Agregó que “el andador mismo es una lucha de Toledo para que fuera vía peatonal del IAGO al zócalo y se logró. Ahí se le veía caminar presuroso para ir por sus periódicos y por la revista Proceso, de la que fue colaborador.
Toledo se iba en taxi colectivo de la central de abasto a Etla o en una combi al IAGO. Era peatón nato.
Y a él se debe que se haya puesto un cerco de protección a la zona arqueológica de Monte Albán…
Contra los transgénicos
En abril de 2014, él y el presidente del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca (PRO-OAX), José Márquez, iniciaron una campaña para recabar un millón de firmas en rechazo a los transgénicos “porque contaminar nuestro maíz es herir el corazón de México”.
En una carta enviada al entonces presidente Enrique Peña Nieto, expresaron: “Al dirigirle esta carta, pensamos en el futuro de nuestro país y en el futuro de la humanidad. En primer lugar nos preocupa la salud de nuestros hijos.
“Estamos convencidos de que el maíz transgénico es malo para México. Las empresas transnacionales que promueven estas semillas buscan ganar dinero, para nosotros la salud del cuerpo y la salud de la tierra no tienen precio. Sabemos que el maíz transgénico va a contaminar nuestros maíces nativos si se siembra en México”.
Y en enero de 2017 pidió al gobernador Alejandro Murat y al congreso local que declararan a Oaxaca a favor del maíz criollo o nativo y en contra de los transgénicos, situación que no ha prosperado.
Además, realizó una Bienal Internacional de Cartel Oaxaca dedicado al tema de la Soberanía Alimentaria, en la cual participaron más de 500 creadores de diferentes partes mundo.
Antes, convocó a una bienal con Carteles por Ayotzinapa como una forma de exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos.
De igual forma realizó papalotes con los rostros de los normalistas rurales, que fueron colocados en la entrada del IAGO.
Ahí, en ese centro cultural amado sobre todo por los jóvenes, pues gratuitamente llegan a consultar una de las bibliotecas de arte más exclusivas del país, la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) lo recordó así en su despedida:
“Volarán los papalotes para buscar al activista que defienda los derechos humanos de la represión de Estado, como cuando los elevó en la búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa en los cielos. La fuerza del vuelo y las delgadas líneas del papalote de tus creativas ideas serán el enlace de la cultura que enarbola el pensamiento del zapoteca que hoy desaparece en materia, pero que en espíritu habita en el arte y en las calles de Oaxaca.
“En el 2006, el activista y pintor Chico Toledo fue parte importante de la defensa de los derechos humanos del pueblo oaxaqueño que vivió la dura amenaza represiva y de persecución de la Policía Federal Preventiva del Estado Mexicano”.
Los sindicalistas hicieron hincapié en que “Francisco Toledo y el comité de Liberación 25 de Noviembre del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) intervinieron de forma importante para lograr la liberación de las personas detenidas con lujo de violencia y de forma arbitraria durante la mano dura del asesino de Antequera Ulises Ruiz Ortiz contra la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO)”.
Y el 19 de junio de 2016, en la carta abierta dirigida a los artistas y defensores de derechos humanos, Toledo denunció y condenó los actos de provocación y barbarie del gobierno peñista y de Gabino Cué en los 37 sectores sindicales del Estado donde se mantenían los bloqueos carreteros por la exigencia de diálogo y el destierro de la cerrazón, tanto de la Secretaría de Educación Pública como de la de Gobernación.
Ahí señalaba que “una Reforma Educativa debe ser pretexto para la discusión de ideas, no un pretexto para reprimir y acabar con los opositores, mediante el uso desmedido de la fuerza pública y llenar las cárceles de inconformes”.
Una de sus últimas acciones fue cuando se sumó al litigio para el rescate por los ríos Atoyac y Salado. Apenas en abril de 2019, envió una carta al Tribunal Colegiado del Centro Auxiliar de la Séptima Región de Acapulco, Guerrero, donde pidió confirmar la sentencia que concedió el amparo para el rescate de estos afluentes.
Y refirió que en el año 2032, la capital de Oaxaca cumplirá 500 años “y apenas tenemos tiempo para el rescate del río que posibilitó el nacimiento y desarrollo de esta ciudad”.
Al mismo tiempo invitó a la celebración “restaurando el esplendor del río Atoyac. Es hora de un pacto intergeneracional entre ésta y las venideras. Respetuoso de la función judicial les digo: Es hora de salvar a los ríos, ustedes tienen la última palabra”.
En el homenaje al maestro donde se montó una guardia en su honor en el Teatro Macedonio Alcalá, se proyectó un video en el cual respondió a la pregunta de cómo le gustaría que lo recordarán: “Pues si ya no estoy, pa’ que. Con mis hijos basta que digan que era un buen papá o no sé”.
Fuente: Proceso