Grupos de autodefensas que estaban en la periferia de Apatzingán ingresaron este domingo a la plaza principal al grito de “fuera rateros” y “vivan los autodefensas”. Desarmados, entraron por la parte poniente de la ciudad tocando los claxons de sus autos y saludando a la gente.
Finalmente, los grupos de autodefensa de Michoacán ingresaron hoy a la cabecera municipal de Apatzingán.
En decenas de camionetas, los comunitarios rodearon la plaza principal de este Municipio, considerado el principal centro de operaciones de Los Caballeros Templarios.
Tras circular alrededor de la plaza, el convoy inició un recorrido por las principales calles de la ciudad.
Los comunitarios, encapuchados en su mayoría, se transportan tanto en las bateas de las camionetas como en el interior de éstas, donde llevan armas largas.
El grueso de este convoy se encontraba haciendo base en la sede de la Feria del Limón, a unos cuatro kilómetros del centro de Apatzingán.
Hasta la tarde de este día, los autodefensas habían acordado con el Gobierno federal no ingresar a esta Ciudad.
El vocero de las autodefensas, Estanislao Beltrán, dijo, previo a la entrada de la caravana, que estos grupos iniciarán en las próximas horas un proceso de revisión de las acciones que han realizado en los últimos días “para corregir errores y reforzar los aciertos”, luego de que ayer sábado entraran Apatzingán, con Hipolito Mora [líder de La Ruana] a la cabeza.
“Papá Pitufo”, como es conocido el también líder de las autodefensas de Tepalcatepec, ingresó también este día al municipio, pero caminando con un contingente pequeño de autodefensas. Saludó a la gente que se encontraba en la plaza principal de Apatzingán para convocarlos para que se unieran a las autodefensas.
Estanislao dijo que se quedarán en la ciudad, a pesar de que “aún no hay condiciones de seguridad”. El líder también intentó reunirse con Hipólito Mora y el padre Gregorio López Jerónimo, sin embargo, esto no fue posible porque ambos ya no se encontraban en la iglesia, aunque se pudo comunicar vía telefónica con el padre “Goyo”, quien le pidió que lo esperara.
Fuente: Sin Embargo y Reforma
