La sonda Tess de la NASA emprendió hoy la misión de encontrar nuevos mundos alrededor de estrellas vecinas que tengan la capacidad de albergar vida.
El cohete Falcon de SpaceX que llevaba el telescopio despegó al anochecer, con el objetivo de alcanzar una órbita que llegue hasta la Luna.
Tess –siglas en inglés de Satélite de Estudio Exoplanetario de Tránsito– escudriñará casi todo el cielo durante al menos dos años, comenzando por las estrellas más brillantes y cercanas en un intento de encontrar e identificar planetas a su alrededor. Se inspeccionarán cientos de miles de estrellas, con la esperanza de descubrir miles de exoplanetas, o planetas fuera de nuestro propio sistema solar.
Planetas rocosos y helados, gigantes de gas y, posiblemente, mundos acuáticos. Súper Tierras con tamaños que van desde la Tierra hasta Neptuno. Y tal vez, incluso, una Tierra gemela.
“El cielo se volverá más hermoso, se volverá más asombroso”, sabiendo que hay planetas que orbitan las estrellas que vemos centellando por las noches, dijo el principal administrador científico de la NASA, Thomas Zurbuchen.
Los descubrimientos de Tess y otras misiones, destacó, nos acercarán a responder preguntas que han persistido durante miles de años.
¿Existe la vida más allá de la Tierra? Y de ser el caso: ¿es microbiana o más avanzada?
Pero Tess no buscará vida. No está diseñada para eso. En su lugar, buscará planetas de todo tipo, en especial en esas zonas conocidas como “Ricitos de Oro” o la región habitable cercana a una estrella: una órbita en donde las temperaturas no sean ni muy calientes, ni muy frías, sino adecuadas para albergar agua que dé sustento a la vida.
Los candidatos más prometedores serán estudiados en el futuro por observatorios más grandes y poderosos, incluyendo el Telescopio Espacial James Webb, de la NASA, que está programado a lanzarse en los próximos años para reemplazar al Hubble. Estos telescopios revisarán las atmósferas de los planetas en busca de cualquier ingrediente para la vida: vapor de agua, oxígeno, metano o dióxido de carbono.
“Tess nos dirá en dónde buscar y cuándo hacerlo”, dijo el científico en jefe de la misión, George Ricker, del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Tess es el sucesor del Telescopio Espacial Kepler de la NASA, que se encuentra en sus últimas etapas después de descubrir algunos miles de exoplanetas durante los últimos nueve años.