Hace unos 12 años, un hombre con una sudadera cuyo gorro le cubría la cara casi por completo entró a la tienda InterAsian Market and Deli en Nolensville Pike Road, en Nashville, Tennesee.
Somboon Wu, quien trabajaba con su padre esa noche, recuerda que hacía frío. También se acuerda de un hombre que compró cerveza y pidió unos cigarros. Y tiene en su memoria el momento en que su padre abrió la caja y el cliente sacó un arma para pedirle todo el dinero.
Wu dice que su padre, Keosavanh Xayarath, siempre decía dos cosas: “mantente en calma” y “el dinero puede reemplazarse”.
Así que le dio el dinero al hombre.
La tienda había estado abierta desde hacía varios años y nunca había sido blanco de robo. Según Wu, ese asalto fue la única vez en que su padre fue amenazado con un arma.
A excepción de sentir una enorme gratitud porque nadie había resultado herido, el incidente no cambió mucho a la familia, dijo Wu.
Adelantémonos hasta el 6 de septiembre de 2013: dos hombres se aproximaron al joven Wu en la tienda y le explicaron que tenían algo para el dueño. Un hombre puso un sobre blanco sobre el mostrador.
“Me dijo que me asegurara de que llegara al dueño, porque había dinero adentro”, contó Wu. “Deslicé el sobre hacia él y le dije que regresara cuando mi padre estuviera. Sentía desconfianza de esos dos”.
Los dos hombres tomaron el sobre y salieron, Wu los vio hablar. Volvieron a entrar, dejaron el sobre en el mostrador y se marcharon.
“No sabía lo que era, así que se lo llevé a nuestro abogado”, dijo Wu. Además de los 400 dólares dentro del sobre, había una nota escrita a mano en un papel amarillo. Empezaba: “Soy adicto a las drogas”.
La carta explicaba, con unos cuantos errores de ortografía, que el dinero y la carta pretendían reparar el daño que sufrió el dueño 12 años antes.
La familia puso una foto de la carta en Instagram y Twitter con la leyenda:
“Para la persona anónima, queremos decirte que todo queda perdonado y gracias por la nota. No nos importa el dinero. Estamos inspirados y conmovidos por tu acto. Esperamos que encuentres paz en la vida y prosperidad. ¡Nuestros mejores deseos!”.
Wu dijo que a su padre le hubiera gustado haber reconocido al hombre. Cuando se le preguntó cómo era, Wu dijo que no quería entrar en detalles para respetar su deseo de permanecer anónimo. Xayarath también le dijo a Wu que le hubiera gustado saber por lo que pasaba el ladrón en aquel momento.
“Pensamos que es muy valiente por volver y decir que lo lamentaba”, dijo Wu. “Puede que no se haya dado cuenta de cuantas vidas tocó. Si lee esto y si alguna vez desea hablar, es bienvenido aquí”.
La carta dice:
“Soy un adicto a las drogas. Hace como 11 o 12 años robé esta tienda con un arma. Ya no uso drogas y siento que debería enmendarme con la persona a la que herí en el pasado. Vine a su tienda a eso de las 9 o 10 de la mañana en el 2002 o 2003 y compré un six pack de cerveza, además pregunté por cigarros; cuando abrió la caja registradora para darme el cambio, le puse un arma frente a usted y tomé cerca de 300 dólares de la registradora, luego me fui en un automóvil blanco. Deseo que acepte este dinero y me perdone. La paz esté con usted
-Anónimo”.
Fuente: CNN México