Antes de su muerte, hace casi 10 años, el premio Nobel Gabriel García Márquez casi había terminado su último libro. Luchando con los estragos de la demencia, le dijo a sus hijos que lo rasgaran y nunca lo publicaran.
Pero decidieron ir en contra de sus deseos y el miércoles, en lo que habría sido el cumpleaños de 97 años de García Márquez, están lanzando la novela en español. (La versión en inglés estará a la larca el 12 de marzo).
Rodrigo García dice que su padre le dijo a él y a su hermano menor, Gonzalo García, que la novela, titulada En Agosto Nos Vemos en español, o Hasta agosto en inglés, simplemente no funcionaba y que no tenía sentido.
“Concluimos que el libro, aunque sin terminar, tenía mucho sentido y era muy conmovedor”, dijo Rodrigo García desde su casa en la Ciudad de México. El guionista dice que él y su hermano no habían pensado en publicarlo; recientemente lo releyeron y les gustó mucho.
“Cuando dijo que no tenía sentido, no se dio cuenta de que ya no tenía sentido para él”, dijo García.
García Márquez pasó gran parte de la última década de su vida con demencia debilitante, una crueldad irónica para un maestro de los recuerdos, dijo su hijo mayor.
“A menudo se sentaba a leer uno de sus propios libros y no podía entenderlo y no fue hasta que llegó a la última página y vio su foto en la contraportada que se dio cuenta de que este era uno de mis libros y que empezaba a leerlo de nuevo”, dijo García.
En Until August, una mujer de mediana edad, Ana Magdalena Bach, hace visitas anuales a una isla sin nombre para echar flores en la tumba de su madre. Es una exploración del amor, la fidelidad, la sexualidad y el envejecimiento.
El editor del libro, Cristóbal Pera, dijo que era una desviación del género de realismo mágico dominado por García Márquez. Iba a ser la segunda de una serie de novelas cortas que el autor planeaba escribir explorando el amor en la época de los ancianos.
“En este hay algunos indicios de que él también estaba explorando y, tal vez, no lo sé, tal vez me equivoque, la novela romántica. Por supuesto, no es una novela romántica basura, es una obra de arte increíble”, dijo Pera.
Pera había trabajado con García Márquez en sus memorias y los dos se habían hecho amigos. En una visita a la casa familiar en la Ciudad de México, donde el autor nacido en Colombia vivió durante años, Pera leyó tres de los capítulos en voz alta. En otra visita, García Márquez lo sorprendió con la escena final.
“Y se rió y dijo: ‘Sí, tengo un final’ y me lo leyó muy orgulloso y es exactamente el mismo final que los lectores van a encontrar”, agregó.
Fuente: NPR