El proceso mediante el cual, según la teoría más aceptada, se formó el núcleo de nuestro planeta es técnicamente imposible.
Hace aproximadamente mil millones de años, el núcleo interno de la Tierra experimentó un crecimiento acelerado. La bola de metal líquido que se encuentra en el centro de nuestro planeta cristalizó rápidamente debido a la disminución de las temperaturas, y creció constantemente hasta alcanzar un diámetro de aproximadamente 1.220 kilómetros, un tamaño que —se cree— sigue manteniendo hasta nuestros días.
Esa es la teoría convencional sobre la creación del núcleo interno del planeta. Sin embargo, un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Earth and Planetary Science Letters ha mostrado que es técnicamente imposible que ese proceso tuviera lugar.
El estudio, liderado por Steven Hauck, un profesor de la Universidad Case Western Reserve en Ohio (EE.UU.), ha demostrado que el modelo convencional no incluye un detalle importante que convierte esta teoría en descartable, que es que la presión del núcleo hace extremadamente difícil un descenso drástico y masivo de la de temperatura.
Una vez se tiene en cuenta este detalle, la ciencia parece sugerir que el núcleo interno de la Tierra no debería existir.
“Todos, nosotros incluidos, pasaron por alto este gran problema“, comentó a Live Science Hauck. En concreto, olvidaban “que los metales no empiezan a cristalizar al instante a menos que haya algo que disminuya mucho el obstáculo de la energía”, añadió.
Fuente: RT