En el viejo palacio de Castel Gandolfo, protegido por unos carteles que advierten al incauto visitante “Propiedad de la Santa Sede. Prohibido aparcar”, pasará Joseph Ratzinger los próximos dos meses antes de retirarse hasta el final de sus días en el monasterio de Mater Ecclesia.
La morada papal, construida en el siglo XVII sobre una colina a 426 metros de altura sobre el Lago Albano, se encuentra a unos 25 kilómetros de Roma, en el pequeño pueblo de Castel Gandolfo.
“Sabemos que es un momento especial para el Santo Padre. Somos unos privilegiados por tenerle aquí con nosotros. Intentaremos estar cerca de él a través de nuestras oraciones y también con nuestro silencio”, decía una vecina del pueblo.
“Es un día importante tanto para él como para todos nosotros. Somos muy afortunados de tenerlo aquí”, añadía otro.
La propiedad de unas 55 hectáreas cuenta con unos impresionantes jardines que desde hace 300 años guardan los secretos del descanso papal.
Desde 1929 posee derechos de extraterritorialidad frente al Estado italiano y es administrada por la Santa Sede.
Fuente: euronews