El Comité contra la Tortura de Naciones Unidas cuestionó durante varias horas a la delegación de la Santa Sede sobre casos de pederastia clerical y en particular preguntó si el Vaticano considera que la violencia sexual contra menores es un crimen contra la humanidad. Para efectos de la Convención de la ONU la violencia sexual es considerada un acto de tortura.
¿Y qué dice la Santa Sede sobre la violencia sexual contra los niños, es un delito contra la humanidad?, preguntó el presidente del Comité de Naciones Unidas (ONU) contra la Tortura, Claudio Grossman, durante la revisión del informe de la Santa Sede sobre la aplicación de la Convención.
El representante del Vaticano el arzobispo Silvano Tomasi, dijo que “desearíamos que (los abusos contra los niños) no hubieran sucedido.
Además de la pederastia Grossman se refirió a varios crímenes contemplados en la legislación de la Santa Sede, especialmente en relación a la tortura, como la trata o la esclavitud, la aquiescencia y consentimiento de estos actos, la extradición de los criminales y sobre la rendición de cuentas.
La relatora del Comité para la Santa Sede, Felice Gaer, preguntó sobre qué medidas se tomarán en contra de los que han dado su consentimiento o aquiescencia sobre estos delitos y cómo se ha reparado a las víctimas, incluyendo a las jovencitas sometidas a esclavitud por miembros de la Iglesia en el caso dramático de Irlanda.
Asimismo la experta solicitó informes sobre 700 curas pederastas cuyos delitos fueron reconocidos por la Iglesia en 2004 y qué ha pasado con ellos, cómo se les juzgó, en dónde están y si fueron removidos de sus funciones.
De igual forma demandó informes sobre casos particulares de sacerdotes acusados de abuso sexual contra menores en India, Alemania, Estados Unidos y México.
Además, preguntó sobre medidas concretas que el estado parte tomará para evitar que vuelvan a cometerse casos de acontecimientos indeseables como el abuso a los niños.
A su vez, la experta Essadia Belmir expresó su preocupación por la tipificación de la pedofilia en la legislación de la Santa Sede la cual es considerada como “un delito grave contra las costumbres, pero no se le tipifica como lo estipula la Convención contra la Tortura”.
De manera que las medidas disciplinarias para los autores de esos crímenes no son acordes a la gravedad del delito y “promueve la impunidad”, por lo que Belmir alentó a la Santa Sede a revisar su definición con respecto a la violencia sexual.
Gaer, al retomar la palabra, también cuestionó a la Santa Sede por los casos de suicidio cometidos por víctimas de pederastia, “una de las víctimas que se suicidó en Kansas en 2013 “dejó una carta y leerla duele enormemente”, lamentó.
De igual manera preguntó por los niños que han nacido producto de abuso de sacerdotes los cuales no han sido reconocidos por sus padres y carecen de una serie de garantías y beneficios a los que tienen derecho.
Silvano Tomasi, representante del Vaticano, afirmó que los casos de pedofilia cometidos por curas “van en declive (…) la tendencia muestra que las medidas tomadas por la Santa Sede e Iglesias locales arroja un resultado positivo y seguiremos en esa dirección”.
Reconoció que la Iglesia católica debe sumar esfuerzos con la comunidad internacional porque la pedofilia es “un gran problema mundial y de acuerdo a la ONU hay miles de casos cada año dentro de las familias, en todo tipo de contextos y profesiones”.
“Nos importa cómo proteger a niños”, reconoció Tomasi, quien consideró que “la Iglesia debe poner en orden su casa” y adelantó que el día de mañana darán respuestas a las interrogantes de los expertos. Gaer, la relatora especial para el informe de la Santa Sede, sostuvo que “no puede haber un paraíso para quienes cometen actos de tortura”.
Fuente: Notimex