En 2005 Macedonia Blas, una otomí de Querétaro, fue nominada al premio por su lucha por los derechos de la mujer indígena.
En ocasiones cuando los reflectores de los medios de comunicación alumbran a una persona lo hacen una sola vez. En México un caso conmovedor es el de la historia de Macedonia Blas Flores, una valiente otomí que en el 2005 estuvo nominada al Premio Nobel de la Paz.
Todo comenzó cuando Blas fue acusada en su comunidad injustamente por haber cometido un adulterio; el castigo según las usanzas de su pueblo para la mujer que cometía estos injurios era la de untarle chile en el área genital. Entonces Blas se convirtió en la primera otomí en interponer una denuncia contra esta medida.
Después fundó una Organización No Gubernamental llamada Fotzi Ñahñö (ayuda a los hñähñú) con el fin de incentivar el respeto de los derechos humanos de las mujeres indígenas. En 2005 le informaron que estaba nominada a la distinción más alta en su tipo, el Nobel de la Paz, los medios de comunicación le visitaron y la CNDH la llevó a Perú y Bolivia para participar en coloquios sobre derechos de mujeres indígenas.
Luego de que su nominación no quedó, la totalidad de las instituciones dejaron de buscarla… Pocos lo saben pero esta mujer de Amealco, Querétaro, que ahora ha vuelto a la tradicional venta de muñecas, en su anonimato en algún momento despertó los ojos del mundo, su trabajo, sin embargo, no depende de ellos y es una muestra de resistencia pura.