El caso Puebla, donde el TEPJF avaló el triunfo de la panista Martha Érika Alonso Hidalgo, terminó por fracturar a la institución, dice el magistrado ponente José Luis Vargas Valdez, quien presentó un proyecto en el que proponía la anulación de los comicios del pasado 1 de julio en esa entidad. De gira por Europa, Vargas se lanza contra la presidenta del tribunal, Janine Otálora, e insiste en que debe renunciar. Esa es la única alternativa para recuperar la unidad y el liderazgo perdidos, comenta a este semanario a su paso por Madrid.
Por Alejandro Gutierrez/ Proceso
Madrid.- La decisión de avalar por cuatro votos contra tres el triunfo de Martha Érika Alonso Hidalgo –la candidata a la gubernatura de Puebla de la coalición Por Puebla al Frente– “fue la gota que derramó el vaso” y terminó por fracturar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), sentencia el magistrado ponente José Luis Vargas Valdez.
De visita en esta ciudad, donde participó en un encuentro internacional sobre procesos electorales, comenta: la magistrada Janine Otálora Malassis tiene que abandonar la presidencia del tribunal como única alternativa para recuperar la unidad y el liderazgo perdidos.
Y añade: “En el contexto que vive el tribunal, se requeriría de un liderazgo, de unidad y de una interlocución con múltiples actores políticos, cosas que ahora no tenemos”.
–¿Esta exigencia de que la magistrada Otálora abandone la presidencia del tribunal es compartida por otros magistrados o es una exigencia individual? –se le cuestiona.
–Hay otros magistrados que comparten esa idea, aunque soy el primero que lo pronuncia públicamente. Lo dije en el pleno: ha habido cuestiones que han alterado votaciones (anteriores); también lo expresé públicamente en la sesión del sábado 8.
En entrevista con el corresponsal, Vargas Valdez ratifica los argumentos jurídicos que lo llevaron a redactar el proyecto de sentencia en el cual planteó la anulación de la elección de Puebla por las innumerables irregularidades documentadas durante la jornada electoral del pasado 1 de julio. Su propuesta no prosperó.
Relata que el sábado 8 se pronunció contra la “dilación intencionada” de la sesión de la Sala Superior del Tribunal cuyo objetivo, dice, era buscar los “cálculos” necesarios para ganar la votación en el sentido que se produjo, luego de las “presiones y cabildeos” que protagonizaron distintos actores que buscaron influir en la decisión final del TEPJF.
–¿Desde dónde venían esas presiones?
–Hubo presiones políticas de quienes se sentían agraviados con el proyecto. Derivado de esto, hubo también una campaña de ataques mediáticos en mi contra.
El sector “agraviado” por el proyecto de sentencia fue el Partido Acción Nacional (PAN) y la excandidata Alonso Hidalgo, quien fue impulsada por su esposo, el exgobernador Rafael Moreno Valle, actual coordinador de la bancada panista en el Senado.
(Fragmento de la entrevista publicada en Proceso 2198, ya en circulación)