El Papa Francisco declaró este lunes como santa de la Iglesia católica a la religiosa mexicana María Guadalupe García Zavala, conocida como “madre Lupita”. Es la segunda santa mexicana. La primera fue, en 2008, Santa María de Jesús Sacramentado Venegas, fundadora de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús.
“Después de haber largamente reflexionado, invocado muchas veces la ayuda divina y escuchado el parecer de muchos hermanos del episcopado, declaramos y definimos santa a la beata María Guadalupe García Zavala”, dijo el pontífice en latín durante una ceremonia ante miles de personas en la Plaza de San Pedro.
“Y los inscribimos en el Elenco de los Santos y establecemos que en toda la Iglesia ellos sean devotamente honrados como santos. En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”, agregó.
En la misma ceremonia fueron canonizados también Antonio Primaldo y unos 800 compañeros mártires del pueblo de Otranto, en Italia; y Laura Montoya y Upegui, fundadora de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Beata Virgen María Inmaculada y de Santa Caterina de Siena, la primera santa colombiana.
Nacida en 1878, la “madre Lupita” es cofundadora de la Congregación de las Siervas de Santa Margarita y de los Pobres, una obra religiosa que actualmente cuenta con unas 170 monjas que trabajan en varias localidades y de otros países del mundo.
El rito para la elevación a los altares comenzó poco después de las 09:30 horas local, con el canto de la letanía de los santos.
Inmediatamente después el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, pronunció en latín la petición oficial para el reconocimiento de los nuevos santos.
Luego del canto del “Veni, creator spiritus” (ven, espíritu creador), el Papa procedió formalmente a la proclamación de los nuevos santos, seguido por el canto del “Te Deum (himno de gozo) y la ofrenda al Papa de las reliquias de cada uno de los tres.
La reliquia de la “madre Lupita” corresponde a unos trozos de sus costillas custodiados en un relicario de plata en forma de cruz, que muestra los signos propios de la espiritualidad de la santa, entre otros el sagrado corazón y la Virgen Inmaculada.
El Papa Francisco invocó solidaridad y convivencia pacífica para México al encomendar a esa “noble nación” a la nueva santa María Guadalupe García Zavala, la “madre Lupita”, religiosa tapatía que este domingo fue elevada a los altares.
Durante el rezo del “Regina Coeli” (Reina del cielo), la oración mariana que presidió ante más de 60 mil personas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el líder católico se refirió a los santos que canonizó este día, incluidos 800 mártires italianos y una monja colombiana.
“En las manos de santa Guadalupe García Zavala ponemos a todos los pobres, los enfermos y a cuantos los asisten, y encomendamos a su intercesión a la noble Nación mexicana, para que desterrada toda violencia e inseguridad, avance cada vez más por el camino de la solidaridad y la convivencia fraterna”, dijo en español.
Fuente: Notimex