Expectativas de un cambio geopolítico han impulsado a bancos centrales alrededor del mundo a deshacerse de sus billetes verdes.
Bancos centrales de todo el mundo están recurriendo al oro como una alternativa al dólar estadounidense. Analistas atribuyen este comportamiento a una incertidumbre geopolítica y a la agresiva política comercial de EE.UU.
Según las estadísticas del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), en el primer trimestre de 2018 los bancos centrales aumentaron su adquisición de oro en un 42 por ciento respecto a un año atrás, siendo Rusia y Turquía los mayores compradores netos.
Para mitad de 2018, los bancos centrales habían agregado a sus arcas un total neto de 193,3 toneladas de lingotes, un incremento del 8 por ciento en comparación con la primera mitad del año pasado. Esta compra de oro semestral es la más fuerte para los bancos centrales desde 2015, señala el WGC.
El Consejo colocó las tenencias globales de oro para mitad de año en 1,36 billones de dólares, alrededor del 10 por ciento de las reservas mundiales de divisas.
Presión sobre la competencia
De acuerdo con Eldiyar Murátov, presidente de Castle Family Office en Singapur, la razón detrás del movimiento es la busca de opciones alternativas al dólar.
“EE.UU. ha usado el dólar durante mucho tiempo para presionar a los competidores. Esto siempre ha provocado enojo en la comunidad mundial, y ahora la lucha contra el dólar ha llegado a Europa“, indicó Murátov a RT.
Según el analista, una estrategia similar se está observando en muchos países de Europa y Asia. China, Turquía, Venezuela, Irán, Catar, Indonesia y Rusia tienen como objetivo la desdolarización de sus economías y comercio exterior.
“Rusia ha aumentado la compra de oro para [aumentar]sus reservas frente a las nuevas sanciones estadounidenses y una posible desconexión del sistema del dólar”, recordó el analista. El WGC, por su parte, califica al oro como un “activo atractivo” porque “no es responsabilidad de nadie” y no conlleva ningún “riesgo de contraparte”.