La leyenda del Viernes 13 y la masacre de los Templarios

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El viernes 13 de octubre de 1307 un grupo de caballeros de la orden fue asesinado a pedido del rey Felipe IV de Francia. La historia de una maldición supuestamente realizada aquel día es uno de los orígenes del mito de la mala suerte en este día, pero no el único.

Muchas de las supersticiones o historias que han sobrevivido hasta nuestros días, provienen de crónicas populares que narran hechos reales o fabulosos y son adornadas con elementos fantásticos o del folclore contemporáneo. Sin embargo, el relato del viernes 13 corresponde a un suceso verídico y explica su vinculación como símbolo del terror y la mala suerte durante siglos.

En este sentido, el viernes 13 de octubre de 1307, el rey Felipe IV de Francia llevaba ante la Santa Inquisición a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón -comúnmente conocidos como los caballeros templarios o la Orden del Temple. Su destino, como el de la mayoría de personas que fueron juzgadas por el tribunal religioso, estaba sentenciado: serían condenados a morir en la hoguera.

Pero, ¿cuál fue el motivo que llevó a una de las órdenes militares cristianas más poderosas de la Edad Media a ser penada por injurias, ignominias y abominaciones? La versión oficial, apoyada por Felipe IV y el papa Clemente V, se basó en los vicios desmesurados de los caballeros, además de ser calificados de peligrosos para el sistema y formar una Orden sin control, que pretendía una revolución para instaurar su corrompida fe.

A pesar de ser el ejército del papa y significar un importante centro de poder en toda Europa, el rey de Francia consiguió llevar a su terreno a Clemente V. En la decisión del Sumo Pontífice tuvo mucho que ver Esquino Floriano: un delincuente habitual que aseguraba haber sido el confidente de un templario en las mazmorras de Tolosa (Guipúzcoa) y que delató todos los vicios sobre la Orden, supuestamente confesados por el susodicho. No obstante, otras fuentes (no oficialistas) hablan de Floriano como un templario expulsado y resentido con la formación militar católica.

Lo cierto es que la Orden del Temple detentaba una gran fortuna desde que fue creada en Jerusalén en 1.118 por Hugo Payns, Godofredo de Saint-Audemar y otros siete acompañantes. Unos años más tarde, en 1.170, ya se extendían por toda Francia, Alemania, España y Portugal, y fue el imperio económico, militar, político, religioso y científico más importante de Europa medieval. Incluso pagaron el rescate del rey francés Luis IX (abuelo de Felipe IV), tras ser capturado en la Séptima Cruzada.

Por tanto, el monarca galo temía el poderío económico de la hermandad -que le tenía atrapado con la deuda contraída por la liberación de su abuelo- y dificultaba sus pretensiones absolutistas para el país.

La disolución de los caballeros templarios dio origen a otras hermandades místicas como los Caballeros de la Alianza Templaria, la Orden de los Caballeros del Temple y de la Virgen María, o la famosa y secreta corriente masónica.

Fuente: Canal Historia

 

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