El viceprimer ministro de Tony Blair cuando este era el jefe de gobierno británico aseguró en el Sunday Mirror que la guerra de Irak fue ilegal, días después de un informe sobre la participación británica en ese conflicto. “Viviré con la decisión de ir a la guerra y sus catastróficas consecuencias el resto de mi vida”, escribió John Prescott, que en 2003 era número dos de Blair cuando este decidió meter a Gran Bretaña en la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en la edición dominical del Daily Mirror.
El miércoles, vio la luz el esperado informe Chilcot, que afirma que Reino Unido se unió al conflicto antes de explorar el resto de opciones, y que el juicio sobre las capacidades armamentísticas de Irak fueron “presentadas con una certeza que no estaba justificada”.
El informe desvelaba también que Blair escribió a Geoge W. Bush ocho meses antes de la invasión diciendo “Estaré ahí contigo, pase lo que pase”.
“En 2004, el secretario general de la ONU Kofi Annan dijo que, puesto que el objetivo principal de la guerra de Irak era el cambio de régimen, la guerra era ilegal”, recuerda Prescott, en la actualidad miembro de la Cámara de los Lores. “Con gran pena y rabia, hoy creo que estaba en lo cierto”.
Tras la publicación del informe Chilcot, Blair se excusó por los errores cometidos en el conflicto, pero insistió en que ir a la guerra era lo correcto y que el mundo era un lugar más seguro sin Sadam Husein. El actual líder del partido laborista británico, Jeremy Corbyn, se ha disculpado en nombre de la formación por lo que considera una “desastrosa decisión”: ir a la guerra.
Unos 150 mil iraquíes perdieron la vida en los seis años posteriores a la invasión estadounidense y británica, que hundió al país en el caos y abonó el terreno para la aparición de grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI).
Las tropas británicas perdieron 179 soldados.
Fuente: AFP