De 2006 a la fecha, más de 20 mil recibieron atención especializada por problemas sicológicos y numerosos soldados presentaron estrés postraumático. Los casos alcanzaron su máxima incidencia durante la ‘‘guerra’’ contra el narcotráfico
Por Jesús Aranda/ La Jornada
En los años recientes se incrementó sustancialmente la problemática de militares que sufren trastornos sicológicos. De 2006 a la fecha, 20 mil 469 elementos de las fuerzas armadas recibieron atención especializada, y de éstos, 159 pasaron a retiro por estos padecimientos, según cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
De ser un problema prácticamente inexistente en 2006, y de alcanzar su máxima incidencia en plena ‘‘guerra’’ contra el narcotráfico, el número de soldados atendidos por este problema ha disminuido en los ocho primeros meses del presente año.
Hasta la fecha, la Sedena no ha aceptado oficialmente que el incremento en las cargas de trabajo, el aumento en el número de días que los militares eran enviados a destruir cultivos ilícitos y la creciente participación en enfrentamientos armados con miembros de la delincuencia organizada haya influido en que se presentaran casos del llamado ‘‘estrés postraumático’’.
El 13 de mayo pasado, La Jornada publicó que la Sedena reconocía que no contaba con ‘‘médicos militares especialistas en siquiatría castrense o de guerra’’ para atender los casos de trastorno de estrés postraumático (TEPT), que es un padecimiento al que están expuestos los soldados que participan en combates, sufren lesiones o accidentes o que simplemente tienen traumas por haber matado (a delincuentes) o visto morir a un compañero en acción.
En 2006 fueron atendidos en hospitales y clínicas del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas (Issfam) mil 476 elementos, de los cuales siete eran jefes (con grados de mayor, teniente y coronel), 123 oficiales (subteniente, teniente, capitanes segundo y primero) y mil 346 elementos de tropa (soldados, cabos y sargentos).
Un año después, en 2007, los soldados que recibieron atención por trastornos mentales fueron mil 846: 19 jefes, 146 oficiales y mil 681 elementos de tropa.
Para el año 2008, la cifra de elementos con trastornos sicológicos se incrementó a 2 mil 292: 12 jefes, 187 oficiales y 2 mil 93 de tropa. En 2009 sumaron 2 mil 424: 13 jefes, 273 oficiales y 2 mil 138 de tropa. En 2010 aumentaron a 2 mil 748 casos: 23 jefes, 657 oficiales y 2 mil 68 integrantes de tropa.
En 2011, los casos se incrementaron a 3 mil 276, con 37 jefes, 478 oficiales y 2 mil 761 elementos de tropa. El año pasado (2012) aumentaron a 4 mil 356: 42 jefes, 543 oficiales y 3 mil 771 integrantes de tropa.
Finalmente, en los primeros ocho meses de 2013, la cifra de casos marcó una tendencia a la baja, con 2 mil 51 casos, distribuidos entre 194 oficiales y mil 857 elementos de tropa, sin que se registraran esta vez casos de jefes.
La dependencia no registra ningún caso de generales atendidos por problemas mentales.
La mayor incidencia de trastornos siquiátricos tratados por los médicos militares de 2006 a la fecha, son: ‘‘Problemas en relación entre esposos o pareja (4 mil 595); trastornos de adaptación (3 mil 982); problemas relacionados con el grupo primario de apoyo, incluso circunstancias familiares (3 mil 315); trastornos de humor afectivos (2 mil 266), y problemas relacionados con el estilo de vida (2 mil 123)’’.
Los soldados colocados en situación de retiro por trastornos siquiátricos de 2006 a la fecha sumaron 159. En 2006 no hubo ningún caso; 2007, dos; 2008, 40; 2009, 31; 2010, 16; 2011, 24; 2012, 28, y en lo que va de 2013 no se tiene ningún caso registrado oficialmente
Fuente: La Jornada