La extrema derecha se mostró con fuerza en España, en un multitudinario acto electoral en Madrid en el que se congregaron más de diez mil personas para aclamar a los nuevos líderes del partido emergente Vox. El discurso de esta nueva formación en auge es similar al de otros partidos extremistas europeos, con alguna singularidad local: ataque a la inmigración, desprecio por el movimiento feminista y una posición cercana al belicismo con relación al independentismo catalán y su intención de separarse del Estado español.
Vox, un partido nacido hace sólo cinco años, tiene actualmente una estimación de voto de cerca del 1,5 por ciento del electorado español, lo que significa que ya hay más de 650 mil personas convencidas de su propuesta política. Pero todos los indicadores demuestran que es una formación en auge y con una proyección electoral preocupante tanto para los partidos de su órbita ideológica como para el resto de los agentes sociales, que ven con angustia como emerge con una fuerza inusitada una formación política abiertamente xenófoba.
Una muestra de su fuerza en aumento fue el acto que celebró en la Plaza de Toros de Vista Alegre -enclavada en un popular barrio obrero de Madrid, que hasta ahora había sido coto electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Izquierda Unida (IU) y Unidos Podemos (UP), todas formaciones de izquierda. De hecho en la última campaña electoral, la formación liderada por Pablo Iglesias, UP, decidió cerrar campaña en esa misma plaza, que no logró ni siquiera llenar a la mitad. En este caso, Vox no sólo logró llenarla con más de diez mil personas, sino que además se quedaron más de tres mil afuera.
Su nuevo líder, el joven empresario Santiago Abascal, ha sabido desarrollar un discurso que ha sintonizado con el malestar ciudadano por la situación económica, por los problemas de convivencia e integración que se dan en algunos barrios del país donde se concentran ciudadanos extranjeros y, sobre todo, la situación creada en Cataluña a raíz del proceso de independencia unilateral que iniciaron hace siete años las formaciones soberanistas catalanas.
De hecho el líder de Vox aseguró eufórico ante sus miles de seguidores: “La derecha ya no se esconde ni se avergüenza de que la tilden de facha, racista, xenófoba, retrógrada, insolidaria, centralista, franquista o machista. Los insultos y sambenitos de Pablo Iglesias, Pedro Sánchez (presidente del gobierno español y socialista) y Quim Torra (presidente catalán) nos los ponemos como medallas en el pecho. Los progres no contaban con este miura de Vox que hoy ha saltado a Vista Alegre”.
También lanzaron proclamas contra la inmigración, sobre todo contra los ciudadanos originarios de países islámicos: “Hace 447 aсos tuvo lugar la batalla de Lepanto, en la que quienes nos precedieron salvaron a la civilización occidental frente a la barbarie. Hoy vuelve a estar amenazada. Y hoy los criminales mayoritariamente suelen ser extranjeros”.
Fuente: La Jornada/ Armando G. Tejeda
