En la sesión en la que Instituto Electoral mexiquense declaró ganador de la elección pasada a Alfredo del Mazo, un consejero rompió la unanimidad: Gabriel Corona Armenta. El experto politólogo afirma que la elección fue viciada por la integración de los órganos electorales y la intervención abierta del gobierno federal, todo ello a favor del candidato del PRI. Para él, cuando unos comicios son anticonstitucionales, lo que procede es anularlos.
Por Álvaro Delgado/ Proceso
La compra y coacción del voto, la utilización electoral de programas sociales federales y estatales, la intervención de funcionarios de los tres niveles de gobierno, así como la actuación parcial del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y del Instituto Nacional Electoral (INE), todo para favorecer al priista Alfredo del Mazo, configura un proceso viciado que debe ser anulado, afirma el consejero Gabriel Corona Armenta.
“Fue una elección en la que no hubo libertad, equidad ni imparcialidad y en la que no se respetaron otros los principios básicos de la función electoral”, afirma el único consejero del IEEM que votó en contra de la declaración de validez de la elección del 4 de junio y la entrega de la constancia de mayoría como gobernador electo al priista Del Mazo, en la sesión del miércoles 8.
“Si una elección no es libre ni auténtica, entonces se están violando principios fundamentales e incluso constitucionales. Y una elección en la que se viola la Constitución, como lo dije en la sesión, es suficiente para proceder a su anulación. Si eso no se cumple no es una elección legal ni puede tener legitimidad. Es una elección que tendría que ser anulada”.
En entrevista un día después de que sus compañeros del IEEM convalidaron la elección y el triunfo de Del Mazo, Corona Armenta insiste en que el principio de imparcialidad se violentó, “porque no se detuvo, no se hizo gran cosa para frenar la intervención sobre todo del gobierno federal”.
Y la razón de este operativo es que para el presidente Enrique Peña Nieto “ésta se convirtió en una elección estratégica; de aquí dependía buena parte de su futuro político. Conservar el Estado de México mantiene vivas las expectativas de ganar la Presidencia de la República; perderlo lo ponía en la antesala de la derrota y por eso echaron toda la carne al asador”.
Insiste: “Están documentadas 184 actividades proselitistas, donde participó desde el presidente de la República, la secretaria de Sedatu, Rosario Robles; el de Sedesol, Luis Miranda; el de Salud, José Narro, el secretario de lo que quieras… ¡Hasta los que nunca se metían en esto, como el secretario de Marina, Francisco Soberón, anduvieron en el Estado de México!”.
Fragmento de la entrevista publicada en Proceso 2128, ya en circulación