Por Jim Malewitz/ The Texas Tribune
Austin— Es oficial: Texas es una vez más territorio de los Bush. Importantes políticos de renombre se reunieron ayer en la Cámara del Senado de Texas para ver al republicano George P. Bush –hijo de Jeb, sobrino de George W. Bush y nieto de George H.W.– rendir juramento como el veinte-octavo comisionado de terrenos, dando inicio a una nueva era para lo que el juez de la Suprema Corte de Texas, Don Willett, llamó “una de las más admirables familias en la historia de Estados Unidos”.
Al frente de la Oficina General de Terrenos, el ex consultor de inversiones prometió “agregar a la legendaria historia de Texas —una historia que apenas comienza”. Bush rindió juramento acompañado de su padre, ex gobernador de Florida y posible candidato presidencial para el 2016; su madre, Columbia; y su esposa, Amanda.
“La Oficina General de Terrenos ha jugado un papel muy importante en cambiar nuestro mundo”, dijo Bush a una asamblea en la que estaban presentes el senador federal John Cornyn, republicano de Texas; el representante federal Roger Williams, republicano de Austin; cuatro ex comisionados de terrenos (Jerry Patterson, Garry Mauro, David Dewhurst, y Bob Armstrong); y otros funcionarios federales y estatales. El papel de Bush en la dependencia de 179 años de antigüedad, seguramente brillará y se hará notar en muchas de las responsabilidades que tendrá a su cargo, grandes y pequeñas.
Su cargo le exige estar al tanto de los menores en las escuelas de Texas al extraer dinero de muchas de las industrias –gas y petróleo– que han hecho crecer la fortuna, económica y política de su familia.
Tal cuestión se debe a que la dependencia administra los derechos a los minerales en millones de acres de propiedad estatal, cuyas regalías fluyen hacia los 37.7 billones de dólares del Fondo Permanente Escolar.
Con tal capacidad, Bush hederá una demanda en contra de Denton, la ciudad al norte de Texas que votó en noviembre a favor de prohibir la fracturación hidráulica.
También asumirá una enorme cantidad de otras responsabilidades: proteger la línea costera de Texas, el manejo de billones de dólares federales para dar respuesta en casos de desastres naturales, preservar el Álamo, y administrar préstamos y otros beneficios para los veteranos.
En sus comentarios, Bush dijo que pondrá en “práctica la política de la inspiración”, pensando cada día en las madres solteras que luchan para pagar la colegiatura en las escuelas de sus hijos, los trabajadores en los campos petroleros con miras en los volátiles precios del petróleo y en aquellos “guerreros heridos” que deben ajustarse a la vida civil. También prometió mejorar la eficacia de la dependencia.
Jerry Patterson, el comisionado de terrenos saliente, dijo que se sentía feliz de ver que Bush, de 38 años, diciendo que lo veía “brillante y con ganas de trabajar”.
Fuente: The Texas Tribune vía El Diario
