El presidente mexicano con la menor aprobación de que se tenga registro ha podido mantener los honores para él y su esposa, a quienes por lo pronto se les está dedicando una colonia y un parque público en Tijuana, Baja California.
https://twitter.com/luisghernan/status/856862595248267264
En su edición 2110, correspondiente al 8 de abril de este año, el semanario Proceso publicó “El narcisimo político invade las calles de México”, en el que se informó sobre calles, fraccionamientos, escuelas, mercados, parques y otros espacios públicos a los que se les ha impuesto el nombre de algún político. Entre esos casos destacaban los de Peña Nieto, su esposa y de buena parte de su gabinete.
Enrique Peña Nieto se llama una colonia en Veracruz y otra en Tijuana. Respecto de esta última, hoy el portal noticioso Huffington Post dio a conocer los planos en los que destaca un parque comunitario que llevará por nombre Angélica Rivera, como ya se llama un fraccionamiento también en Veracruz y una estancia infantil en el Estado de México
La asociación civil tijuanense denominada Coalición de Colonias Populares promueve la creación de la colonia Enrique Peña Nieto, en la que su plaza pública será nombrada Angélica Rivera de Peña Nieto, reportó Sintesis Tv.
Agustín Pérez, presidente de la asociación civil, justificó el nombre del parque con el nombre de la primera dama, “es la mujer mexicana que representa a México, no sólo aquí, sino en el mundo“, dijo Pérez defendiendo a la actriz popularizada por su papel de “Gaviota”.
El predio que cuenta con 1 mil 500 lotes para casas habitación está ubicado a las afueras de la ciudad, en el polígono conocido como Valle de las Palmas, entre los cerros de los municipios de Tecate y Tijuana. Aunque el desarrollo no está autorizado en su totalidad hay colonos que ya han empezado a construir sus viviendas.
La Coalición de Colonias Populares tiene muy claro que la popularidad de los residentes de Los Pinos no es de lo mejor. Aún confían en las medidas que ha tomado el gobierno de Peña Nieto para apresar a exgobernadores corruptos y reformas estructurales.
Esta asociación ha creado colonias populares como Zaragoza, Cañon del Pato y la histórica Lomas Taurinas.
Que los políticos mexicanos impongan su nombre a espacios públicos por sí mismos o acepten el halago de subordinados que lo hagan por ellos, es de larga data y, sin embargo, no deja de sorprender que una simple búsqueda en Google Maps arroje un cruce de calles Miguel Ángel Osorio Chong con Jesús Murillo Karam, que abunden las avenidas Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Martínez y Martínez o que, al menos con una calle, luzca la nomenclatura con los nombres de Rosario Robles, José Narro o un museo dedicado al recién fallecido secretario de Cultura Rafael Tovar y de Teresa.
Inclusive, aquellos que han sido objeto de polémicas, señalamientos por corrupción o son perseguidos por la justicia, tienen nombre de alguna calle:
Hay un salón que lleva por nombre Javier Duarte de Ochoa, en Veracruz; un bulevar denominado Guillermo Padrés, en Sonora, pero el más renombrado en nomenclaturas tamaulipecas es Tomás Yarrington Ruvalcaba… los tres presos por su corrupción.
Fuente: Apro/ Huffingtonpost