Por Jenaro Villamil
Regina Bárcenas es una senadora del partido que gobierna la Ciudad de México. Su esposo es el jefe de Gobierno, Alonso San Román, y quiere ser candidato presidencial. Manipula a su esposa para convencer al senador y líder de la oposición, Gerardo Martínez, para que lo apoye. Entre el opositor y Regina existió un antiguo romance universitario que revive en este juego político.
Regina Bárcenas se rebela del malvado San Román porque desconfía de Cecilia Aguilar, responsable del área de prensa de la Jefatura de Gobierno.
Ella, además de ser su media hermana, buscará destruirla mediante todo tipo de intrigas.
La senadora Bárcenas coquetea con la idea de suplantar a su marido en la candidatura presidencial. Líderes del partido gobernante le ofrecen encabezar la campaña. Ella decide irse por un partido independiente para enfrentar a su esposo y, además, a Gerardo Martínez que es destapado como candidato opositor.
Esta es, en síntesis, la trama de la nueva telenovela de Televisa, La Candidata, producida por Giselle González e interpretada por Silvia Navarro, Víctor González, Rafael Sánchez Navarro, Susana González y Ari Telch, que inicia su transmisión este lunes 21 de noviembre a las 21:00 horas.
La Candidata comenzó a ser grabada en agosto de este año y contará con 67 capítulos. Fue presentada como una “gran apuesta” de Televisa para abordar temas polémicos como la política y renovar sus clásicos refritos melodrámaticos.
Los promocionales transmitidos desde una semana anterior desinflaron las expectativas frente a este melodrama que pretendía modernizar la pantalla de Las Estrellas y remontar el rating a la baja de las telenovelas de la empresa de Emilio Azcárraga Jean.
Por la sinopsis y algunas de las imágenes adelantadas, La Candidata es una tropicalización de la famosa serie de Netflix, House Of Cards, que retrata las ambiciones e intrigas del matrimonio Underwood que decide escalar en la política estadunidense, hasta que Frank se enfrenta a su elegante y calculadora esposa.
Entre sus “novedades” están la grabación en locaciones de edificios gubernamentales y una pretendida naturalidad que resulta fallida.
Por supuesto, la tropicalización de Televisa tiene varios guiños inevitables con la aspirante presidencial panista Margarita Zavala, esposa del exmandatario Felipe Calderón, transformada en un producto del advertainment (entretenimiento y propaganda) de la empresa de Emilio Azcárraga Jean.
Hasta antes de la derrota de la candidata presidencial demócrata de Estados Unidos, Hillary Clinton, Margarita Zavala y la trama de La Candidata habían generado interés y morbo entre algunos especialistas del mundo del espectáculo y la política. Sin embargo, la anticlimática victoria de Donald Trump echó al traste el interés y hasta la mezcla de ficción y realidad que pretende recrear esta nueva telenovela.
Por los promocionales y adelantos de la telenovela, se observa el mismo estilo de Televisa para retratar el mundo de la política en sus melodramas: todo es producto de intrigas amorosas y personales, con un maniqueísmo simplón donde siempre hay una “villana” y un “villano” que se enfrentarán a una mujer muy buena, enamorada, honrada, guapa y, además, blanca y rubia.
No hay mítines, masas ni reuniones multitudinarias. La política se decide en los salones o en las alcobas. En los promocionales de La Candidata se observa un discurso de Regina-Silvia Navarro que apela a un feminismo de salón, casi naive.
La Candidata es una apuesta de Televisa, en medio de sus fallidos cambios de programación y de formatos para recuperar una audiencia perdida frente a la falta de creatividad y calidad de sus principales contenidos.
Fuente: Proceso