Uno de los aspectos importantes que toman en cuenta es que la OPEP considere un blanco de la baja de precios a las empresas productoras de fracking, del procesamiento de medios sólidos (como rocas) en lugar del petróleo para producir combustibles líquidos y gaseosos.
Esa industria tuvo apoyo de su gobierno para su desarrollo, pero también rechazo, por lo menos de una parte de la población, por los daños que causa su actividad o la contaminación. Hemos mencionado que Nueva York la prohibió y en otros lados ha habido varias formas de rechazo.
Su costo era m≠enor que el uso del petróleo convencional, y eso fue afectando a la industria petrolera existente en varias formas. De ahí el rechazo también de la OPEP.
Se inició la baja de precios del petróleo. Ya vimos que la OPEP la aceleró con su producción, que de un tope de 30 millones de barriles diarios llegó a casi 33 millones en diciembre pasado. Es muy posible que en enero esto siga; lo veremos pronto.
Ya en noviembre del año pasado se había despedido a 93 mil 800 trabajadores de la industria energética de Estados Unidos.
En 2015 iniciaron trámite de bancarrota 42 compañías de petróleo y gas. Se espera que el número aumente este año, con la continuación de la baja de precios. Esto se refuerza con la decisión de la OPEP de mantener altos niveles de producción. Esta organización rectificó su cálculo del monto de reducción de la producción de los países fuera de la OPEP, de 660 mil diarios este año, en vez del anterior cálculo de 270 mil.
La canasta de precios de la OPEP pasó de 60 dólares por barril el primero de julio del año pasado a 25 dólares por barril el 13 de enero (son números cerrados porque los tomamos de una gráfica).
Las empresas productoras en fracking están más afectadas porque se endeudaron al principio para invertir, basando los créditos en el precio de su producción de entonces, y con las bajas de precios tienen problemas con los bancos que les prestaron, para nuevos préstamos para poder pagar.
Tienen otro problema próximo, que es la entrada de Irán a la exportación de petróleo.
Arabia Saudita procura dar una imagen de reducir la producción para ayudar a las potencias, pero la absoluta mayoría de la OPEP se ha impuesto.
Hasta aquí la información basada en nuestras fuentes.
En cuanto a la posición de México la del gobierno se ajusta a la del imperio, ignorar a la OPEP como si no existiera, y si a alguien hay que culpar, ahí está China, aunque no tenga nada que ver en todo esto.
Ya dijimos que debemos tener una política energética más independiente, reducir la importación de combustibles elaborados produciendo aquí, suprimir la importación de crudo ligero y aprovechar y aumentar su producción.
Ya dijimos que hay que producir con las fuentes alternas que tenemos, como agua, viento y geotermia, y eliminar la importación de gas natural. Y, claro, suspender la construcción de gasoductos, carísimos.
También insisto en nuestro derecho a la información en materia energética. Todo lo dicho en los dos artículos pasados, debimos saberlo en el momento en que ocurrió cada caso.
Fuente: La Jornada