Violetta Melnikova, es una artista de origen ruso instalada en Vilna, la capital de Lituania. Los tatuajes le apasionan y le encantan las artes plásticas, pero en lo que realmente invierte horas y horas es en fabricar muñecas.
Malika Melnikova vende sus creaciones por Internet, y sus muñecas seducen a coleccionistas del mundo entero.
“Estudié pintura, hago cerámica, me gusta enhebrar cuentas y hacer collares, me gusta la costura y el trabajo textil y hacer muñecas es una forma perfecta de combinar todo eso… Tienes que esculpir, y hay que tener un sólido conocimiento académico de la anatomía. Trabajas con el textil, para hacer los vestidos. Y puedes aplicar todas esas técnicas artísticas en una sola pieza”.
El diseño de estas muñecas de porcelana no es nada común. Malika no solo se inspira de cuentos y leyendas, sino sobre todo de sus viajes y de un mundo fantástico que habita en su interior.
“Algunas muñecas son un poco más raras. Este es un tipo de muñeca llamada de articulación esférica, que tiene todos los elementos anatómicos del cuerpo femenino. No son muñecas para niños, son para mayores. Y por supuesto, la forma en la que esculpo una muñeca refleja mi propia idea de la belleza.”
Un arte que para Violetta puede tener incluso virtudes terapéuticas, siempre y cuando se maneje correctamente la energía creadora.
“Mucha gente le tiene miedo a las muñecas de porcelana en la oscuridad, porque piensan que las muñecas tienen alma. Y creo que realmente la tienen, ya que al hacerlas pasamos cerca de un mes mirándoles la cara, les hablamos mucho, y realmente se establece una comunicación”.
“Hay cantidad de emociones en una muñeca. Por ejemplo, si me encargan una muñeca retrato evito trabajar en ella cuando estoy deprimida o nerviosa porque no quiero ponerle esas emociones negativas. Es algo parecido a las muñecas del voodoo…”
Fuente: euronews