El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo en la Asamblea General de la ONU que “es una falacia decir que la Amazonia es un patrimonio de la humanidad” y no representa “los pulmones de la Tierra”.
Deploró también que “otro país” basado en “las mentiras de la prensa internacional (…) se portó de forma irrespetuosa y colonialista, atacando nuestra soberanía”.
Polémico discurso de #Bolsonaro ante la ONU
"Es una falacia decir que la Amazonía es patrimonio de la Humanidad (…)
Es un equívoco afirmar que nuestra selva es el pulmón del mundo." UNGA pic.twitter.com/V6KMFL0bAA— DW Español (@dw_espanol) September 24, 2019
“(La ideología de género) invadió nuestros hogares, intentó destruir la inocencia de nuestros niños, pervirtiendo la identidad más básica y elemental, la biológica; lo políticamente correcto expulsó la racionalidad y la sustituyó por la manipulación, la repetición de clichés y los lemas. Expulsó a Dios y la dignidad con la que él nos revistió”, dijo el presidente.
Bolsonaro citó a Dios al principio y al final de su discurso, agradeciéndole por haberse salvado de “milagro” del ataque perpetrado por “un militante de izquierda” (en referencia a la puñalada que sufrió en la campaña electoral, hace un año), y citó uno de sus versículos de la Biblia favoritos, un fragmento del Evangelio de San Juan que dice “Conocerás la verdad y la verdad te liberará”.
Una veintena de manifestantes vistiendo camisetas verdes y con un muñeco gigante de Bolsonaro y un cartel con la leyenda “Bolsonaro, una amenaza para la Tierra” protestó frente a la ONU durante su discurso.
“¡La Tierra está ardiendo, la Amazonia está ardiendo, Bolsonaro es un mentiroso!”, gritaban los manifestantes.
El presidente brasileño, un escéptico sobre el cambio climático que defiende la explotación comercial en áreas de preservación ambiental e indígena, intenta convencer al mundo de que tiene bajo control la situación en la Amazonia.
Pero la deforestación se duplicó en la primera mitad del año, y los incendios -provocados en su mayoría por ganaderos y madereros- casi se triplicaron en agosto en relación al año anterior, provocando una crisis internacional.
El presidente francés, Emmanuel Macron, incluso propuso conceder a la Amazonia un “estatuto internacional”, una idea que indignó a Bolsonaro, que le acusó de querer restringir la soberanía de Brasil.
Esa fue “una propuesta absurda”, dijo Bolsonaro este martes en la ONU.
Según cifras oficiales, la deforestación de la Amazonia brasileña prácticamente se duplicó entre enero y agosto, y representa este año el equivalente a 640 mil canchas de futbol.
Fuente: Afp y Sputnik