La temperatura electoral en Chile aumentó de grados cuando José Antonio Kast, el candidato presidencial ultraderechista, insinuó que en el recuento de votos del domingo 19 podrían cometerse “errores” y que la contienda con su rival izquierdista, Gabriel Boric, terminará dirimiéndose judicialmente en el Tribunal Calificador de Elecciones (TCE).
Kast sembró dudas sobre la transparencia de la contienda al decir en una entrevista radial que las cifras podrían ser digitadas “erróneamente” en las actas que sirven para contabilizar los sufragios en cada una de las 44 mil mesas de votación del país.
“Primero aclarar que nosotros no estamos impugnando el acto electoral, no estamos acusando un fraude masivo, decimos que puede haber errores que se pueden producir o también alguno que otro fraude que convierta un uno en un 11, en la digitación o algo así”, afirmó. “Por tanto, un voto por mesa es absolutamente revertible con un recuento de las mesas y eso es lo que hemos señalado como margen, 50 mil votos”.
Agregó que no es el cómputo del Servicio Electoral (Servel), órgano constitucional superior a cargo de la administración electoral, el que prevalece, sino “lo que decreta el TCE, que es la institución que tiene que determinar quién gana y quién pierde”.
Tales afirmaciones son inauditas, porque es reconocida la eficiencia del Servel en el procesamiento y recuento de los sufragios, y jamás ha habido desde 1990 sospechas ni denuncias en su contra.
La siembra de temores tuvo su precedente cuando Francisco Chahuán, senador y presidente de Renovación Nacional, uno de los partidos que respaldan al pinochetista, afirmó que el resultado será tan estrecho que “puede que esto no se resuelva el domingo, que la diferencia sea tan minúscula que finalmente esto pueda ir a los tribunales electorales”.
El presidente del Servel, Andrés Tagle, aclaró que ambas entidades realizan su propio escrutinio, y “cualquiera que sea el resultado, estrecho o con un millón de votos de diferencia, es una obligación legal. Las especulaciones están de más; el Tribunal Calificador nunca considera los resultados preliminares del Servel; por lo tanto, esas frases para el bronce, ‘vamos a impugnar los resultados’, no tienen ningún valor”.
Receta copiada
Desde la candidatura de Boric reaccionaron: “Lamentablemente, en otra de las recetas copiadas de Donald Trump y de Jair Bolsonaro, antes de la elección la están poniendo en duda”, aseveró Giorgio Jackson, uno de los dirigentes de su candidatura.
Adicionalmente, desde el gru-púsculo ultraderechista Capitalismo Revolucionario llamaron a “hacer trampa”.
“Más que defender los votos de Kast, objeten todos los votos de Boric. Cabros (jóvenes), vayan y hagan trampa, sean apoderados de mesa y objeten todos los votos de Boric”, lanzó su cabecilla, Sebastián Izquierdo, en YouTube, agregando que “la victoria es lo más importante, las formas ya no importan, valen callampa (hongo)”.
Desde el Servel reaccionaron por Twitter, con la advertencia de que “respecto a la información que circula en RRSS sobre la objeción a votos, informamos que el proceso de escrutinio debe realizarse como establece la ley. Las personas que interfieran maliciosamente podrían conllevar procesos judiciales y sanciones penales”.
Dos encuestas que circularon privadamente en las horas recientes (está prohibido difundirlas desde 15 días previos a las elecciones) coinciden en dar la victoria a Boric, aunque difieren en la ventaja: una le otorga 10 puntos de diferencia, en tanto que la otra, dos y medio.
