Julián Castro, el exsecretario de vivienda que era el único candidato hispano en las primarias demócratas, dijo el jueves que terminaría su candidatura a la presidencia, culminando una campaña de un año en la que, a pesar de luchar en las encuestas, seguía siendo un contendiente duradero y un pionero de políticas sobre inmigración y la lucha contra la pobreza
A lo largo de su campaña, Castro, de 45 años, originario de San Antonio donde pasó cinco años como alcalde, se presentó como un liberal sin complejos que fue moldeado por sus humildes comienzos, a pesar de haber sido ignorado por la prensa. Aunque tuvo algunos momentos memorables cuando defendió sus políticas progresistas y desafió a sus rivales en la campaña, Castro no pudo figurar a un nivel superior entre los competidores más destacados. Su salida de la competencia marca la última partida de un candidato minoritario de una contienda que comenzó como la más racialmente diversa por la nominación presidencial demócrata.
“He determinado que simplemente no es nuestro momento”, dijo Castro en un video de casi cuatro minutos publicado por su campaña, en el que se incluyó un montaje de de los momentos más destacados en el transcurso de un año de su candidatura, incluidas visitas a la frontera y un campamento para personas sin hogar en Oakland. “Hoy es con gran pesar y profunda gratitud que suspenderé mi campaña para presidente”.
“No he terminado de luchar”, continuó Castro, aunque no dio ninguna indicación de sus planes inmediatos. “Seguiré trabajando por una nación donde todos cuenten, una nación donde todos puedan obtener un buen trabajo, buena atención médica y un lugar decente para vivir”.
Fuente: NYT
