Seis años después, Julian Assange sigue refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres. Ayer un grupo de manifestantes pidió afuera de la sede diplomática el fin de la persecución del fundador de WikiLeaks. Las autoridades británicas y estadounidenses están detrás del australiano que difundió información secreta de Estados Unidos. Y el gobierno de Ecuador sostiene que el asilo “no puede durar años”.
El nuevo canciller ecuatoriano, José Valencia, dijo ayer al canal Ecuavisa que están buscando “una solución a este problema”. “En principio un asilo no es eterno, no se puede pensar en un asilo que dure por años y no haya un determinado punto en que esa situación se revea porque incluso eso es atentatorio con los derechos del asilado”, manifestó.
Assange, de 46 años, se refugió en 2012 en la legación ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia, que lo reclamaba para que enfrentara supuestos delitos sexuales que él niega.
El australiano, quien ese mismo año recibió asilo de Ecuador, teme dejar la embajada, ser detenido y acabar extraditado a Estados Unidos por haber difundido miles de secretos oficiales de ese país.
La justicia sueca abandonó la última causa por violación en mayo de 2017, pero un tribunal londinense rechazó en febrero pasado dejar sin efecto el mandato de arresto de Assange, aduciendo un incumplimiento de las condiciones de su libertad bajo fianza.
Nobel Peace laureate Mairead Maguire calls on @RealDonaldTrump to shutdown US attempts to prosecute @JulianAssange "I would like to make a special appeal to the American President Donald Trump and his Government, to close down this Grand Jury" https://t.co/sZDoUvj9M5 pic.twitter.com/qAEf1zDvJ3
— WikiLeaks (@wikileaks) June 23, 2018
Valencia, quien hace poco reemplazó a la entonces canciller María Fernanda Espinosa –que en diciembre último anunció que Quito otorgó la nacionalidad ecuatoriana a Assange–, señaló que a su país “le corresponde honrar (…) los derechos que él tenga al estar dentro de la embajada”.
“Lo que nosotros buscaremos e insistiremos es una solución al problema que encara el señor Assange, y por lo cual le llevó a estar asilado, en conversación con las autoridades inglesas”, añadió.
En marzo, Ecuador cortó todas las comunicaciones “con el exterior” de Assange por continuar interfiriendo en asuntos de otros países y le advirtió que podría adoptar “nuevas medidas ante el incumplimiento del compromiso” del australiano de no inmiscuirse en esos temas.
Dos meses después el presidente ecuatoriano Lenín Moreno dispuso que se retire la “seguridad adicional” en la embajada en Londres una vez que se revelara que su antecesor y exaliado Rafael Correa (2007-2017) habría montado un costoso sistema de protección para Assange.
Fuente; Pagina12.com.ar/