El dirigente del FSTSE, emperador de los burócratas, es otro “Elba Esther” con una diferencia: el sí se quedó en el PRI, como ocurrió con Romero Deschamps, cuya trayectoria se le equipara en poder y fortuna…
Distrito Federal (Sin Embargo)— Apenas el 13 de febrero pasado, Joel Ayala Almeida fue reelecto para un nuevo sexenio al frente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE).
Y así, el emperador de la burocracia mexicana que se convirtió uno más de la casa de los líderes sindicales con el poder “asegurado” por varios años más.
Su trayectoria sindical ha sido equiparada con la de Elba Esther Gordillo –con quien entró en pugna en 2003–, y con Carlos Romero Deschamps. Con una diferencia: él, como el dirigente petrolero (y a diferencia de Elba Esther), sí se mantuvo en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante los años en los que el panismo en Los Pinos coqueteó con el sindicalismo.
“No, si no tienen nada que temer, no deben. Ellos están muy tranquilos. El día de hoy hablé con ellos para convocar, esto salió de una gestión mía, y los dos tenían compromisos con sus sindicatos, pero no tienen nada que temer, es lo que me han dicho, y estoy seguro que no tienen nada”, dijo el 27 de febrero el coordinador de los senadores priistas Emilio Gamboa, a un día después del arresto de Gordillo.
Ayala Almeida, nacido en San Luis Río Colorado, Sonora, en 1946 es el Secretario General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE). Creció en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud –ocupó diversas Secretarías–, y en 1998, finalmente, dio con la veta de oro: fue electo Líder de la FSTSE.
Fue Diputado federal por el PRI en tres ocasiones no consecutivas. Fue Senador de 2000 a 2006. Y ahora, otra vez, es Senador del PRI. Ayala ha estado al frente de la FSTSE desde hace más de 14 años. Dos años más de lo que duró el Partido Acción Nacional en Los Pinos.
En más de una ocasión se le acusado de ser poseedor de una gran riqueza, que algunos medios valúan en 15 millones de dólares. “En los 84 sindicatos afiliados a la FSTSE practicamos la transparencia y la rendición de cuentas, y quien no está de acuerdo presenta una demanda”, ha dicho como defensa.
En septiembre pasado el líder del PRD, Jesús Zambrano, pidió que la Reforma Laboral tuviera “la impostergable democratización de las organizaciones sindicales, la rendición de cuentas y la transparencia sobre el manejo de los recursos públicos que son puestos a su disposición, como son los casos de los sindicatos de PEMEX, CFE y los agrupados en la FSTSE”.
El líder de los burócratas del país asegura que está abierto a cualquier investigación, mientras sigue pugnando por mejorar la vida de sus agremiados por medio de promesas de créditos.
El ahora Senador por el PRI se ha caracterizado también por sus múltiples ausencias en su labor legislativa, sus pocas propuestas y hasta sus actividades ajenas dentro del Senado en medio de las sesiones.
Entre faltas y fotos
En diciembre de 2012, el priista fue captado en plena sesión del Senado ordenando cerca de 100 fotografías de una celebración navideña. No era la primera vez que llamaba la atención por no cumplir con sus funciones. Tiempo atrás, durante el periodo 2006-2009, fue uno de los legisladores que más faltas acumuló, al tiempo que sólo presentó tres iniciativas.
Hasta el 19 de diciembre pasado, había acumulado 17 inasistencias en 32 sesiones y apenas había expuesto una iniciativa. Pero eso sí, en dos meses de labores, ya había cobrado 328 mil pesos.
Ayala, junto con Armando Neyra, líder de la Confederación de Trabajadores de México; Isaías González, de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, y Carlos Romero Deschamps, del sindicato petrolero, es uno de los líderes sindicales que ocupan una curul. Todos forman parte del tricolor.
Fue uno de los personajes que negoció el pago de un bono sexenal para los burócratas en meses pasados. Nunca dudó que se convertiría en un hecho.
Gracias a diversas gestiones, 2 millones 125 mil servidores públicos recibieron un bono por 3 mil 500 pesos.
Antes, en 2006, Ayala amenazó al Gobierno de Felipe Calderón con organizar un paro nacional si se les negaba su bono y en cambio se otorgaban gratificaciones a 150 mil funcionarios de alto nivel.
El 13 de febrero pasado, al tomar posesión por seis años más frente de la FSTSE, Ayala dijo que la calidad de vida de los trabajadores mejoraría al dotarlos de mayores créditos para vivienda y automóviles y la regularización de quienes por años han laborado bajo honorarios y sin prestaciones.
Por otro lado, la Secretaría de Hacienda y la FSTSE acordaron en agosto pasado un aumento salarial y en prestaciones de 5.75 por ciento ponderado para más de un millón 200 mil servidores públicos.
En octubre pasado, el también Senador dijo que los trabajadores entregan cuotas al sindicato, pero sí conocen el destino del dinero.
De acuerdo con él, dichos recursos sirven para cursos de capacitación, el “accionar un incremento de becas” para los hijos de los trabajadores, y lo más importante, son para “darle seguridad al empleo”.
“Anteriormente se daban en un cambio de Gobierno una situación de despidos, precisamente la fuerza sindical es para darle la seguridad en el empleo a los trabajadores”, dijo. Sus aplausos a Calderón, ¿por qué no?
La Ruptura
El 5 de diciembre de 2003 y bajo el grito “¡A ver qué hacen sin cuotas!”, una veintena de organizaciones anunciaron su salida del FSTSE y dieron a conocer que se integrarían en un nuevo grupo encabezado por el sindicato magisterial. Entonces el poder de Ayala se vio opacado por “La Maestra”.
Esto tuvo lugar luego de una disputa entre los seguidores de Elba Esther Gordillo y los de Joel Ayala. Los opositores incluso se oponían a la reelección del priista, pero éste ha continuado al frente del organismo.
La gresca se hizo más tensa en el Monumento a la Revolución donde un grupo anunciaría su salida del FSTSE y los gritos y empujones no se hicieron esperar. Por un lado es escuchaba ”¡Charros! ¡Hijos de Elba Esther!” y por otro “¡rateros!, ¡autoritarios! ¡vendidos!, ¡queremos dinero, no pinches vales de despensa!”.
El pleito culminó con la salida de los sindicatos integrantes del Frente de Lucha para la Recuperación y la Dignificación de la FSTSE: SEP, Agricultura, Comunicaciones y Transportes, Sedeso, de Reforma Agraria, de Salud (sección Distrito Federal), de Imcine, de Conade, de Pronósticos para la Asistencia Pública, Controladores de Tráfico Aéreo, Productora Nacional de Semillas, INEGI, Capufe, PGJDF, ALDF, GDF, Sistema de Transporte Colectivo-Metro, Profeco (fracción independiente), Coordinadora Sindical de la Procuraduría Agraria, Sindicato Democrático de Pesca y Sistema de Administración Tributaria
Contra LYFC
En 2009 el líder del FSTSE mostró su postura a favor de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro (LyFC). “Su ineficiencia en los servicios de operación es responsabilidad del gobierno federal desde la etapa del PRI”, dijo entonces.
Además, hizo un llamado al ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador para que sacara “las manos del movimiento de los electricistas… que trastocan la autonomía y autenticidad del movimiento sindicalista”.
Sin embargo, ofreció todo su apoyo a los más de 44 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). También pidió “poner un alto” a la persecución de líderes sindicales.
Ostentoso
Pocos saben a cuánto ascienden los ingresos de la FSTSE, aunque años atrás la dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del DF (SUTGDF) afirmó que este gremio canalizaba 600 mil pesos al mes.
Tampoco se conocen las cifras de la riqueza de Ayala, pero distintos medios aseguran que ronda los 15 millones de dólares. Pese a la opacidad de las cifras, lo que sí salta a la vista es el gusto del priista por los trajes de diseñador y los automóviles de lujo.
También se ha dicho que posee un jet privado, colecciones de autos y caballos pura sangre. Pero él asegura que se trata de calumnias. En octubre de 2012 aseguró que percibe un ingreso de 55 mil pesos mensuales en el FSTSE, además de su sueldo como Senador.
Fuente: Sin Embargo