Una ley electoral ineficiente y el auge del Movimiento 5 Estrellas en el sur abocan al país a una situación poselectoral de extrañas alianzas si no gana el centroderecha
Los colegios electorales italianos ya están abiertos en todo el país. Más de 46 millones de italianos con derecho a voto han comenzado a acudir a las urnas desde las siete de la mañana y podrán hacerlo hasta las once de la noche para elegir los 630 diputados del Parlamento. Los ciudadanos de más de 25 años también podrán escoger los 315 senadores de la Cámara Alta italiana. Los primeros sondeos a pie de urna se conocerán cuando cierren los colegios pero no será hasta la madrugada cuando comenzarán a salir los primeros resultados oficiales.
El viejo país se debate hoy entre el nuevo populismo del Movimiento 5 Estrellas (M5E), que ha sabido canalizar el enfado por la inestabilidad de la política o el paro juvenil. Frente a ellos, la coalición de derechas liderada por Silvio Berlusconi es quien está mejor posicionada para alcanzar una mayoría gracias al empuje de la Liga de Matteo Salvini, con un duro discurso contra la inmigración. Los últimos sondeos, sin embargo, no dan una mayoría clara a ninguna formación. Todo dependerá del 30% de indecisos, que podrían decantar la balanza. A las 12 del mediodía la participación era cercana al 19,4%, según el Ministerio del Interior, algo superior a la del 2013.
La jornada está transcurriendo con una relativa tranquilidad para todo el mundo excepto para Silvio Berlusconi. El líder de Forza Italia ha sido interrumpido en su votación en Milán cuando una activista de Femen se ha subido a la mesa electoral con el torso desnudo y le ha gritado “Berlusconi, tu tiempo se ha acabado” antes de que la policía la llevara fuera del recinto. Hace cinco años, Il Cavaliere -aborrecido por las feministas por su trato a las mujeres en las bacanales de sus fiestas bunga bunga en su villa de Cerdeña- también se encontró con otras tres activistas de Femen.
El primer ministro en funciones, Paolo Gentiloni, ha votado en su colegio electoral de Roma. El secretario del Partido Demócrata (PD), Matteo Renzi, también lo ha hecho en su colegio del centro de Florencia. Sergio Mattarella, el presidente de la República, ha sido de los más madrugadores en Palermo. En la ciudad siciliana se ha producido el primer incidente electoral por la impresión de unas 200.000 papeletas con errores. De madrugada se ha descubierto que algunos nombres de los candidatos no eran los correctos y la delegación del Gobierno ha decidido reimprimirlas, lo que ha comportado retrasos y varias colas. “En el día más importante de la democracia, el de las elecciones, hay retrasos y errores inaceptables, espero que esto no desanime a los ciudadanos a participar”, criticó Pietro Grasso, el presidente del Senado, que se presenta como candidato en una de las circunscripciones uninominales de Palermo.
Los comicios de hoy son la primera prueba de fuego de la nueva ley electoral, Rosatellum, aprobada el año pasado. En principio fue aprobada para garantizar la gobernabilidad, pero de momento no parece que vaya a ser así. Propone un complicado sistema mixto en el que el 36% de los escaños de ambas cámaras serán asignados con un sistema mayoritario –con circunscripciones uninominales- y el 64% restante de proporcional, con circunscripciones plurinominales. El ministerio de Exteriores ya ha indicado que han llegado todas las papeletas provenientes del extranjero.
Fuente: La Vanguardia