El gabinete de ministros de Israel dio el domingo su aprobación preliminar a un proyecto de ley que busca imponer restricciones a grupos sin fines de lucro que reciben fondos del extranjero, desatando acusaciones de que busca reprimir a los críticos del gobierno.
El proyecto de ley, propuesto por la ministra de Justicia Ayelet Shaked y aprobado por un comité de ministros, afectaría a las organizaciones que reciben más de la mitad de sus fondos de gobiernos extranjeros.
Los críticos dijeron que la iniciativa de ley busca reprimir las organizaciones pacifistas críticos de las políticas del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu hacia los palestinos, ya que tales grupos no gubernamentales tienden a depender en gran medida de las donaciones de los países europeos.
Por el contrario, los grupos nacionalistas sin fines de lucro o que apoyan al gobierno tienden a depender de donantes privados ricos, que están exentos de las medidas previstas por el proyecto de ley. Se espera que la legislatura apruebe la iniciativa muy pronto, incluso la semana que inicia.
El líder opositor Isaac Herzog criticó rápidamente el proyecto de ley como una “ley mordaza” que causaría la creación de cuerpos de tipo policial para la represión del pensamiento.
El proyecto de ley requiere que las organizaciones afectadas declaren sus fuentes de financiación en cada informe y en los debates parlamentarios. Sus activistas también estarán obligados a portar credenciales especiales cuando trabajen en el Parlamento de Israel.
Los partidarios del proyecto de ley dicen que los gobiernos extranjeros ya tienen canales diplomáticos normales a su disposición, a través de los cuales pueden promover sus inquietudes, y que la financiación de organizaciones no lucrativas equivale a inmiscuirse en los asuntos de Israel.
“Espero que la Unión Europea respete las decisiones democráticas de Israel”, dijo Shaked, ministra de Justicia.