Cientos de iraquíes volvieron a casa el jueves en un vuelo de Iraqi Airways procedente de Bielorrusia, donde miles de migrantes llevan semanas acampados en la frontera con Polonia con la esperanza de entrar en la Unión Europea.
Un total de 431 personas iban a bordo del Boeing 747, dijo un portavoz del gobierno de la región autónoma del Kurdistán, de donde proceden muchos de los iraquíes repatriados.
La gran mayoría de los pasajeros desembarcó en Erbil, y el avión debía despegar de nuevo más tarde rumbo a Bagdad.
Entre los pasajeros había numerosos niños y mujeres. Al bajar del avión, algunos se tapaban la cara para no aparecer en las imágenes retransmitidas en directo por los canales de televisión locales.
Muchos llevaban sus bienes personales en mochilas y bolsas de plástico.
Según el gobierno iraquí, las personas que participaron en esta operación de repatriación, la primera desde que se declaró la crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, lo hicieron de forma “voluntaria”.
Los kurdos de Irak repatriados este jueves formaban parte de un grupo de varios millares de migrantes, oriundos sobre todo de Oriente Medio, que estaban bloqueados desde hacía días en la frontera polaco-bielorrusa, con la esperanza de entrar en la Unión Europea.
Tanto Polonia como Lituania y Letonia, vecinos de Bielorrusia, se negaron a dejar entrar a los migrantes en su territorio.
Según la presidencia bielorrusa, “unos 7 mil” migrantes se encuentran actualmente en ese país, y más de 2 mil de ellos estarían en la frontera con Polonia.
Occidente acusa al gobierno bielorruso de haber organizado ese aflujo de migrantes, en respuesta a las sanciones occidentales tomadas contra el Ejecutivo de Lukashenko tras la represión ejercida en 2020 contra una movilización de la oposición.
Fuente: AFP