El expresidente Nicolas Sarkpzy está involucrado en una decena de casos relacionados con la financiación de su partido o la información privilegiada, pero lo que ahora se ha descubierto en medio de un escándalo mayúsculo es que también ha sido investigado en una causa abierta por tráfico de cocaína. Una juez de Marsella autorizó que se analizaran movimientos y conexiones de dos de sus móviles porque usó un avión privado empleado en otros momentos para trasladar droga.
El caso estalló el 19 de marzo de 2013, cuando un Falcon 50 fue interceptado en la República Dominicana con 680 kilogramos de cocaína. Fueron detenidos los dos pilotos, de nacionalidad francesa, y los dos únicos pasajeros, también franceses. El avión era propiedad de una compañía francesa, que a su vez lo alquiló en varias ocasiones a LOV Group, propiedad de Stéphane Courbit, amigo de Sarkozy.
El expresidente utilizó entre 2012 y 2013 al menos tres veces esos aviones alquilados por Courbit. Un Falcon 50 como el interceptado en República Dominicana, por ejemplo, lo usó Sarkozy para viajar de París a Burdeos solo dos días después de lo ocurrido en ese país latinoamericano. Ese fue el motivo por el que la juez de Marsella Christine Saunier-Ruellan autorizó, a petición de la policía, que se analizara la geolocalización, actividad y facturas de dos teléfonos móviles de Sarkozy durante los meses de marzo y abril de 2013.
La juez estaba encargada de la causa seguida en Marsella por el presunto tráfico de cocaína a bordo de esos aviones entre Latinoamérica y el sur de Francia. Los investigadores concluyeron enseguida que del análisis de los portátiles no se deducía la más mínima conexión entre el expresidente y el tráfico de drogas.
Pero la difusión de la noticia de esa investigación se ha convertido en un “asunto de Estado”, como ha dicho este martes en la Asamblea Nacional el diputado Luc Chatel, dirigente de Los Republicanos, el partido de Sarkozy, en una pregunta parlamentaria al primer ministro, Manuel Valls. Este ha negado toda intervención del Gobierno en semejante iniciativa. “La justicia es independiente”, ha reiterado Valls.
No es lo que piensa Sarkozy. “No sé si me seguirán geolocalizando”, ha comentado en una intervención pública en la sede de su partido. Aspirante a regresar al Elíseo en 2017, el líder de Los Republicanos ha denunciado en una entrevista a Le Parisien “la violación de principios legales”. Sospecha que la intervención telefónica solo pudo hacerse con el conocimiento de la ministra de Justicia y del presidente François Hollande. “Quiero saber en base a qué la juez ha podido tomar tales medidas por la sola razón de que viajé con la misma compañía de aviones”.
En un juzgado de París, además, se investiga si Sarkozy pudo incurrir en un delito de “abuso de bienes sociales” porque no está claro si pagó o no por el uso de los aviones. Sus viajes, uno al menos a Oriente Próximo, fueron facturados a la compañía de su amigo Courbit.
El caso del tráfico de drogas, bautizado como Air Cocaine, tuvo la semana pasada un nuevo y espectacular capítulo: La rocambolesca fuga de los dos pilotos franceses condenados a 20 años de cárcel en República Dominicana. En la huida participaron exmilitares antiguos compañeros de los pilotos y un eurodiputado del Frente Nacional. Los dos pilotos están detenidos en Marsella.
Fuente: El País