La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ya se encuentra investigando lo ocurrido durante las manifestaciones del pasado primero de diciembre en las inmediaciones de la Cámara de Diputados, donde no puede justificarse el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía, pero tampoco la violencia por parte de algunos manifestantes, indicó el titular de dicho organismo, Raúl Plascencia Villanueva.
“El día primero de diciembre, la Comisión estuvo muy pendiente de lo que estaba sucediendo en el perímetro del Palacio de San Lázaro, y lo que pudimos observar sí fue que se trató de una manifestación que inició violenta, si es que pudiéramos llamarle manifestación a lo que ocurrió a margen de las vallas”, afirmó el ombudsman nacional en entrevista con La Jornada.
“No hay justificación alguna para que se ejerza de manera desmedida la fuerza pública, pero tampoco es válida una manifestación violenta y que se pretendan cometer delitos so pretexto de reclamar un derecho”, abundó el funcionario.
El titular de la CNDH indicó que las investigaciones sobre los disturbios del primero de diciembre no fueron iniciadas por alguna queja, sino de oficio, y explicó que las aprehensiones ocurridas en avenida Juárez y Paseo de la Reforma están siendo analizadas por la comisión local de derechos humanos.
“Enviamos personal que estuvo tomando algunas imágenes, videograbando algunas escenas, pero el conocimiento de la fase especifica de lo que ocurrió en las detenciones (en el acento Histórico) lo tiene la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, por ser su competencia y porque ahí sí hubo una buena cantidad de personas que presentaron quejas”, explicó.
No obstante, Plascencia advirtió que “la detención arbitraria fue un fenómeno que se incrementó durante el sexenio que finalizó, y no hay justificación alguna para pretender lastimar a una persona sin que haya cometido un delito o una falta.
“Cuando alguien comete un delito, sin duda tiene que ser puesto a disposición de la autoridad, pero si se trata de inocentes, no hay ninguna justificación para mantenerlos detenidos”, sostuvo.
Fuente: La Jornada