Hillary Rodham Clinton prometió a los afroestadounidenses que hará frente al racismo sistemático y, si es elegida, seguirá los pasos de su predecesor, el primer presidente negro en la historia del país, pero tuvo que alzar la voz para no ser opacada por algunos manifestantes.
La aspirante a la candidatura demócrata a la Presidencia, que encabeza las preferencias electorales de su partido, esbozó sus planes para una reforma al sistema de justicia penal —un componente clave de su impulso por granjearse a los electores afroestadounidenses— ante lo que se suponía sería una audiencia amistosa para ella en la Universidad Clark de Atlanta, una institución que históricamente ha tenido alumnos negros.
Sin embargo, apenas unos minutos después de que comenzó su exposición, fue interrumpida por manifestantes del movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros importa).
Los maniestantes cantaron y corearon durante casi 12 minutos a varios metros del podio mientras Clinton intentaba hacerse oír. El representante John Lewis, un héroe del movimiento por los derechos civiles, los exhortó a que se callaran, y también lo hizo el músico Usher.
A la larga, el grupo de menos de 10 manifestantes salió del gimnasio universitario sólo después de que la multitud de más de 2 mil personas, en su mayoría afroestadounidenses jóvenes, coreó con fuerza: “¡Déjenla hablar!”.
“Lamento que no hayan escuchado, porque algo de lo que ellos exigen yo lo estoy ofreciendo y pretendo luchar por ello como presidenta”, afirmó Clinton, y añadió: “Tenemos que unirnos como nación”.
Fuente: AP