El Ministerio de Exteriores de Rusia ha anunciado un intercambio de prisioneros entre la jugadora estadounidense de baloncesto Brittney Griner y el ciudadano ruso Viktor Bout, un traficante de armas apodado ‘el mercader de la muerte’.
El intercambio ha tenido lugar este jueves en el aeropuerto de Abu Dhabi, según informaron agencias de noticias rusas. Posteriormente, un funcionario estadounidense ha confirmado la noticia indicando que la jugadora se encuentra bajo custodia de su país.
Griner había sido encarcelada en Rusia acusada de posesión y contrabando de drogas ilegales. Su condena, 9 años de prisión.
Por su parte, Viktor Bout es un traficante de armas ruso que cumplía condena en Estados Unidos.
Brittney Griner, de 32 años, es doble campeona olímpica y siete veces jugadora All-Star en la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino de EEUU (WBNA). Conocida como “BG” por los aficionados al baloncesto, ha jugado para el UMMC Ekaterinburg en Rusia durante la temporada baja de invierno de la WNBA desde 2014, club en el que también han militado otras jugadoras estadounidenses como Sue Bird, Diana Taurasi y Candace Parker.
En el momento de su arresto BG se dirigía a Ekaterimburgo, a 1.400 km (870 millas) al este de Moscú, para unirse a su club para disputar los playoffs después de pasar un tiempo en Estados Unidos. Fue detenida en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú el 17 de febrero con cartuchos de vaporizador que contenían aceite de cannabis en su equipaje.
Marihuana recetada para sus lesiones
La jugadora tenía una receta en Estados Unidos que posibilitaba el uso medicinal de marihuana para aliviar el dolor de las lesiones crónicas que padece. Esta droga tiene menos efectos secundarios que algunos analgésicos y es un tratamiento común entre atletas en lugares donde es legal. En Rusia, sin embargo, la marihuana es ilegal tanto con fines medicinales como recreativos.
La detención de la jugadora se produjo una semana antes de que Rusia llevara las relaciones con Occidente a su nivel más bajo en décadas al invadir Ucrania.
Griner se declaró culpable de los cargos de posesión y contrabando de drogas ilegales, pero insistió en que había cometido un “error honesto” y que no tenía la intención de infringir la ley rusa. Ella testificó que no entendía cómo los cartuchos terminaron en su equipaje y especuló que podría haberlos empaquetado sin darse cuenta mientras se apresuraba a tomar su vuelo.
“No tenía intención, no conspiraba ni planeaba cometer este crimen”, dijo al tribunal. “Sé que todo el mundo sigue hablando de peones políticos y política, pero espero que eso esté lejos de esta sala del tribunal”.
En su apelación fallida, dijo que la cantidad de marihuana en su equipaje había sido solo ligeramente superior a la considerada legalmente insignificante. Sus abogados dijeron que, en cualquier caso, la sentencia de nueve años en una colonia penal a la que fue condenada era sumamente desproporcionada.
El fracaso de la apelación de Griner el 25 de octubre allanó el camino para que fuera trasladada de un centro de detención cerca de Moscú a una colonia penal en otro lugar de Rusia. Sus abogados dijeron el 17 de noviembre que la habían llevado a la Colonia Penal Femenina IK-2 en Yavas, una ciudad en la región de Mordovia al sureste de Moscú.
Fuente: El Periódiico
