Los empresarios de la joven industria de la marihuana legal en Estados Unidos se han estado convirtiendo en donadores políticos: usan parte de sus utilidades para apoyar a candidatos que tienen un punto de vista favorable al sector y para referendos que pudieran legalizar la yerba en más estados.
La actividad política incluye actos suntuosos de recaudación en hoteles de la cadena Four Seasons y subastas de arte en firmas de abogados. Los legisladores que otrora devolvieron diplomáticamente cheques con contribuciones, ahora los conservan.
“Estamos desarrollando una industria desde cero. Si no podemos contribuir políticamente y estar con los candidatos, no podemos ayudar a dar forma a lo que está pasando”, dijo Patrick McManamon, director de Cannasure Insurance Services, una aseguradora de Cleveland que ofrece pólizas a productores y dispensarios de marihuana.
Las empresas de la llamada marihuana terapéutica han hecho donaciones políticas desde la década de 1990. Con la llegada de la marihuana recreativa en Colorado y Washington, la industria y su influencia política se expanden rápidamente.
La marihuana es ahora legal para propósitos terapéuticos o recreativos en 23 estados y el Distrito de Columbia. En noviembre se votarán medidas relacionadas con la yerba en Oregon, Florida, Alaska y la capital de la nación, así que muchas contribuciones se están canalizando a esas campañas y a los candidatos que las apoyan.
Comparadas con las donaciones de otras industrias o grupos de intereses, el gasto política del sector de la marihuana es modesto, pero para Tripp Keber, director de Dixie Elixirs & Edibles, de Denver -que elabora bebidas, alimentos y lociones con marihuana-, “ya se sabe que la industria de la marihuana tiene dinero para hacer donaciones”.
En agosto, Keber organizó un acto de recaudación en el Four Seasons de Denver en el que se juntaron 40.000 dólares para el gobernador de Colorado John Hickenlooper, quien se oponía a la legalización en 2012 pero ha prometido regular la industria de acuerdo con los deseos de los votantes.
La medida a votar en Oregon ha recaudado 2,3 millones de dólares. Una pregunta sobre marihuana terapéutica en Florida ha colectado casi seis millones. Y la campaña en Alaska ha recaudado cerca de 850.000 dólares.
El organismo que más invierte en cabildeo de la marihuana a nivel federal es el Marijuana Policy Project, que planea donar 150.000 dólares a candidatos federales este año, 40.000 más que en 2013. La Drug Policy Alliance y la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes sobre Marihuana también han donado directamente a candidatos federales.
Los políticos que solían rechazar cheques de la industria de la marihuana “han dejado de hacerlo”, dijo Ethan Nadelmann, director de Drug Policy Alliance.
Aun así, los candidatos que aceptan los cheques no son proclives a hablar sobre ello. Cerca de una decena de políticos que aceptaron dinero de la industria de la marihuana se negaron a conceder una entrevista o no devolvieron las llamadas de The Associated Press.
Un legislador estatal de Colorado que acepta donaciones de la industria de la marihuana reconoció que lo pensó dos veces antes de tomarlas.
“Siempre me preocupan las percepciones de la gente”, dijo el representante Jonathan Singer, un demócrata que es el único legislador de Colorado en activo que apoyó el proyecto de ley. “Pero todo se redujo a que mantengo la postura que tenía antes de tomar un solo centavo de esta industria”.
El único otro miembro del Congreso que respondió a la AP fue el representante por Colorado Jared Polis, un añejo aliado de la industria de la marihuana que ha propuesto legalizar la yerba a nivel federal.
“Mientras la industria se apegue a nuestras leyes estatales sobre la marihuana”, dijo Polis en un comunicado, “sus contribuciones son iguales a las de cualquier otro donador legal”.
Fuente: AP