Este martes fueron ejecutados 8 de 9 prisioneros que fueron condenados a muerte por casos de tráfico de drogas, entre ellos 7 extranjeros
En los últimos días Indonesia ha estado en medio de la polémica y es blanco del reclamo internacional, la razón: la ejecución de ocho personas.
Nueve prisioneros fueron notificados de su condena de muerte en Indonesia el pasado sábado, entre ellos ocho extranjeros. Este martes, se cumplimentó el fusilamiento de ocho, acción con la que el gobierno espera amedrentar el tráfico de drogas.
Sigue con vida solo una prisionera filipina, esto después de que la mujer que supuestamente la reclutó para hacerse pasar como traficante de drogas se entregó a la policía en Filipinas, informó el diario The Jakarta Post, citando a un funcionario de la Fiscalía general.
El grupo que fue condenado por tráfico de drogas en diferentes casos, está compuesto por dos australianos, una filipina y cuatro nigerianos, así como un brasileño y un indonesio.
En días anteriores, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Human Rights Watch habían pedido la detención de las ejecuciones, llamado al que se unieron los gobiernos de Filipinas, Brasil, Francia y Australia, con el apoyo de la Unión Europea.
Los condenados recibieron la notificación de su ejecución a última hora del sábado, un aviso de al menos 72 horas que es válido en la ley de Indonesia, de acuerdo con un reporte de la agencia AFP.
El presidente de la nación, Joko Widodo, recibió las peticiones de clemencia, sin embargo, señaló que no cedería debido a que la nación se encuentra lidiando con una “crisis de las drogas” para la que se necesita una “terapia de choque”, según declaraciones del mandatario recogidas por la agencia AFP.
El último día con sus familias
Familiares de los prisioneros los visitaron este martes en Nusakambangan, una isla de Java Central que servió como prisión de alta seguridad y donde fueron ejecutados. Reporteros describieron escenas desgarradoras en Twitter.
Brintha, la hermana del prisionero australiano Myuran Sukumaran “colapsó entre gritos”, escribió Jayne Azzopardi, reportera de Nine News. Mientras que su madre, Raji Sukumaran, aseguró a medios: “No lo volveré a ver. Se lo llevarán a medianoche y lo fusilarán”, según un reporte de AFP.
Malinda Rutter, amiga de Andrew Chan, el otro australiano en el grupo, aseguró que él se encontraba angustiado pero bien. “Andrew es una persona maravillosa, será dignificado. Creo que el mundo ha abrazado a estas madres y a estas familias”.
-Rodrigo Gularte, 42 años, brasileño
Rodrigo Gularte fue detenido en 2004 al tratar de entrar en el aeropuerto de Yakarta con seis kilos de cocaína escondidos en tablas de surf junto a dos compatriotas, que finalmente quedaron libres tras asumir él toda la culpa, según la agencia AFP.
Su familia ha presentado varios informes médicos para demostrar que sufre esquizofrenia y que no debió ser ejecutado.
-Andrew Chan y Myuran Sukumaran, australianos
Andrew Chan, de 31 años, y Myuran Sukumaran fueron sentenciados a morir en 2006 por ser considerados líderes de una banda de narcotraficantes llamada “Los 9 de Bali”, que intentó en 2005 introducir en Australia ocho kilos de heroína desde la isla de Bali, pero fallaron.
Su defensa realizó varias apelaciones este año, los cuales no han tenido éxito. Los abogados de ambos dicen que la Comisión Judicial de Indonesia aún debe investigar reclamos de corrupción que surgieron durante su juicio y sentencia. Chan se casó este lunes en prisión con su novia de largo tiempo Fabyanti Herewila.
-Mary Jane Veloso, 30 años, filipina
Mary Jane Veloso, la única que sigue con vida, tiene dos hijos. Sus abogados aseguran que viajó a Indonesia para laborar como trabajadora doméstica pero fue engañada por una red de narcotraficantes. Una segunda solicitud de revisión del caso fue rechazada este lunes por la justicia de Indonesia.
El presidente filipino Benigno Aquino pidió clemencia para la prisionera este lunes a su homólogo indonesio, la cual no fue concedida.
El campeón de boxeo filipino Manny Pacquiao, estrella en su país y muy popular en Indonesia, también dio a conocer un video en el que pide que no se ejecute a Veloso, según un reporte de AFP.
-Serge Atlaoui, 51 años, francés
Serge Atlaoui, soldador de profesión y padre de cuatro hijos, fue detenido en 2005 en una redada en un laboratorio de droga en las afueras de Yakarta.
El francés de 51 años siempre ha asegurado ser inocente y pese a que la policía señala que trabajaba en una fábrica de drogas, él pensaba que estaba instalando maquinaria en una planta de acrílicos cuando fue detenido, según un reporte de la agencia AFP.
-Sylvester Obiekwe Nwolise, 49 años, nigeriano
Sylvester ObiekweNwolise fue hallado culpable en septiembre de 2004 por traficar con 1.18 kilos de heroína en el aeropuerto internacional Soekarno-Hatta de Yakarta en 2002.
El cuerpo nacional de narcóticos de Indonesia dijo en marzo que Nwolise operaba una red de drogas en prisión, según la agencia nigeriana de lucha contra el narcotráfico, NDLEA. Su petición de clemencia fue rechazada en febrero de este año, de acuerdo con AFP.
-Raheem Agbaje Salami, nigeriano
Raheem Agbaje Salami fue detenido con cinco kilos de heroína dentro de una maleta en el aeropuerto de Surabaya en septiembre de 1998 y condenado a cadena perpetua el año siguiente. La Corte Suprema lo condenó finalmente a pena de muerte.
-Okwudili Oyatanze, 45 años, nigeriano
Okwudili Oyatanze fue condenado a pena de muerte por tráfico de heroína tras ser detenido también en 2001 en el aeropuerto internacional Sukarno-Hatta. Su petición de clemencia fue rechazada a principios de este año, según AFP.
–Martin Anderson, nigeriano
Existe cierta confusión sobre la nacionalidad de Martin Anderson. Un portavoz de la fiscalía general de Indonesia aseguró que es nigeriano pero la NDLEA nigeriana dice que es un ghanés nacido en Londres en 1964.
En 2003, fue detenido en Yakarta y condenado a muerte por tráfico de drogas.
¿Cómo se llevó a cabo?
Indonesia ejecuta a los condenados en Nusakambangan.
Una hora antes de la ejecución, un equipo de doce policías acude al lugar, toman posiciones a unos cinco o diez metros de donde se colocará a los condenados y sacan sus rifles.
Un comandante carga cada rifle con una bala pero sólo tres de ellas son reales, para evitar que se pueda determinar quién disparó el tiro mortal.
A los prisioneros se les da la opción de sentarse o mantenerse en pie, así como decidir si desean que se les cubran los ojos o no.
La pena capital por narcotráfico o incluso por posesión de pequeñas cantidades de droga también se aplica en otros países de Asia como Malasia, Vietnam, Tailandia y Singapur.
Con información de AFP. Hilary Whiteman, Kathy Quiano y Tasha Tampubolon de CNN contribuyeron con este reporte.
Fuente: CNN México