Miles de personas se manifestaron el domingo en España para celebrar el segundo aniversario del movimiento de los indignados, sin lograr movilizar tanta gente como en el inicio, pese a un desempleo récord y un histórico programa de austeridad.
Bajo la consigna “De la indignación a la rebelión”, los manifestantes convergieron en Madrid hacia la Puerta del Sol, la emblemática plaza del movimiento, donde preveían marcar su aniversario con un “grito mundo”, un minuto de silencio, a las 20:00 locales.
“La lucha continúa”, “Juntos, es posible”, “A esto lo llaman democracia, pero no lo es”, podía leerse en las pancartas enarboladas por los “indignados” de todas las edades, que salieron de tres puntos diferentes de la capital.
Algunos agitaban banderas republicanas y otros vestían la camiseta verde que simboliza las movilizaciones en el sector de la educación, duramente golpeado, como el de la salud, por los recortes presupuestarios.
En unas 30 ciudades españolas, entre ellas Barcelona, fueron convocadas manifestaciones de los indignados.
El movimiento, espontáneo y apolítico, testimonio de la exasperación ante el desempleo, la corrupción y los excesos del liberalismo, sorprendió hace dos años al país, en donde pese a la crisis, el descontento se había expresado poco hasta entonces.
Desde entonces el desempleo ha seguido aumentando en España, hasta un índice récord de 27.16%, afectando a unas 6.2 millones de personas en este país de 45 millones de habitantes.
Mediante recortes presupuestarios y alzas de impuestos, el gobierno de derecha, que llegó al poder a fines de 2011, espera recobrar 150 mil millones de euros antes de 2014 para reducir su déficit público.
Pese al malestar social, los indignados, que responden a una estructura horizontal y se niegan a constituirse en partido, han perdido mucha visibilidad, sin lograr atraer a las multitudes de sus primeros meses de existencia.
El movimiento “no es lo mismo que antes pero para mí ha cambiado la forma. Sigue siendo relevante”, declaró en Madrid Irene de la Torre, una profesora de 26 años desempleada.
Fuente: AFP