La salida de la cárcel del ex presidente egipcio Hosni Mubarak ha levantado ampollas en un Egipto convulso y dividido. Algunos defienden la legalidad de la medida, pero otros muchos asisten con rabia y frustración a su puesta en libertad dos años y medio después de la revolución que le expulsó del poder.
“Me sentí ofendido cuando escuché la noticia. ¿Para qué hicimos la revolución? ¿Para cambiar del horario de verano al de invierno? Se siente como una injusticia y tienes la impresión de que mañana vas a tener que empezar de nuevo y volver a gritar: “abajo, abajo Hosni Mubarak”, dice Sameh Mohamed, un habitante de Suez.
“Lo hemos perdido todo. Ahora volverá la policía, volverá la injusticia y todo lo negativo que pensábamos haber dejado atrás. Han liberado a Mubarak y a los otros el antiguo régimen. Lo único que falta es que vuelvan a gobernarnos”, se lamenta Samy Al-Assal, que trabaja como empleado público en Port Said.
Mubarak tiene 85 años y está enfermo, pero su liberación condicional podría ahondar la profunda fractura que hoy divide a la sociedad egipcia.
Un helicóptero medicalizado ha sido el encargado de trasladar el expresidente egipcio desde la cárcel de Tora, al sur de la capital, hasta el hospital militar de Maadi, donde habría llegado pocos minutos después y donde quedará ingresado a petición propia. Mubarak sufrió una crisis cardiaca durante un interrogatorio en 2012 y desde entonces su salud sería bastante precaria.
La libertad provisional que se le ha impuesto tras la orden de dejarle en libertad por el caso de corrupción que se le imputaba, le impedirá en cualquier caso abandonar el país y hacer uso de sus cuentas. Todo ello a la espera de que arranque un nuevo juicio contra él por las muertes de los manifestantes de la revolucion de 2011 que concluyó con su derrocamiento.
Durante toda la tarde cientos de sus simpatizantes se han agolpado a las puertas de la prisión para celebrar la salida del que durante 30 años fuera el gran mandatario de un país que vive sus días más turbulentos en años y que se prepara para las nuevas protestas que los Hermanos Musulmanes han convocado para este viernes.
Fuente: Euronews