El movimiento indígena y los sindicatos de trabajadores de Ecuador continuaron ayer las protestas y dijeron que las mantendrán en todo el país hasta que el presidente Lenín Moreno desista de las medidas fiscales. Los indígenas comenzaron a bloquear carreteras.
Pobladores de Otón, al norte de Quito, interrumpieron el tráfico vehicular con barricadas sobre la carretera Panamericana levantadas con grandes árboles, toneladas de tierra y neumáticos de camiones para encender hogueras.
Las protestas se produjeron en varios puntos de la vía, como ocurrió en el acceso a la aldea de Pambamarquito, donde había unos 200 manifestantes, entre ellos mujeres armadas con machetes.
La protesta comenzó el jueves con la decisión de los transportistas de suspender el servicio para presionar al gobierno a derogar su decisión de poner fin a los subsidios al diésel y la gasolina regular, a la que se fueron sumando movimientos sociales, indígenas y estudiantes.
El sindicato desistió la noche del viernes de su protesta y retomaba paulatinamente el sábado la operación de sus unidades de autobuses y taxis, pese a no tener ningún acuerdo con el gobierno, según sus líderes.
Continuamos con la protesta en cada uno de nuestros territorios. No nos va a debilitar el alza de paro de los transportistas (…), el movimiento indígena está en movilización indefinida en todo el país, dijo Jaime Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador. Con cárcel o sin cárcel, la decisión está firme, agregó.
Las protestas del jueves se tornaron violentas en varias ciudades iraquíes, registrando disturbios y destrozos de bienes públicos, lo que obligó a Moreno a declarar un estado de excepción por 60 días y a detener a unas 379 personas hasta la noche del viernes, entre ellos líderes de los transportistas.
Moreno insiste en que no desistirá de su decisión de poner fin a los subsidios, que han estado vigentes por décadas, y que está abierto al diálogo para evaluar medidas de compensación para los sectores que se vean más afectados.
El gobierno anunció que estudia una revisión de las tarifas para el transporte en todas sus modalidades, pero que no será proporcional a los nuevos precios de los combustibles.
“La indignación del paquetazo es del pueblo ecuatoriano (…) el paquetazo es un premio a empresarios, a la banca y por cumplir las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI)”, dijo el presidente del Frente Unitario de Trabajadores, Mesías Tatamuez, al ratificar la convocatoria al paro nacional el 9 de octubre.
Ecuador alcanzó en febrero un acuerdo con el FMI por 4 mil 200 millones de dólares con un programa económico de tres años que incluye reformas tributarias, laborales y monetarias, y esfuerzos para reducir el déficit fiscal.
Fuente: Reuters/ AFP