La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) abrió dos quejas por los sucesos ocurridos en Calera, Zacatecas, y Aquila, Michoacán, en los que perdieron la vida siete y tres personas, respectivamente, entre ellos dos menores. En ambos casos, están presumiblemente involucrados elementos del Ejército.
En un breve comunicado, la CNDH exigió a las autoridades competentes realizar investigaciones “con los atributos de objetividad, imparcialidad y exhaustividad” para esclarecer los hechos en los que se involucra la participación castrense en Zacatecas y Michoacán.
El organismo informó que por instrucciones del ombudsman nacional, Raúl González Pérez, el segundo visitador general Enrique Guadarrama López se trasladó con tres visitadores adjuntos y dos peritos al estado de Michoacán, en tanto que a Zacatecas se desplazó otro equipo conformado por dos visitadores adjuntos y dos peritos, “con el fin de recabar evidencias, en el marco de las investigaciones que se llevan a cabo”.
Al señalar que “no descarta ninguna hipótesis de investigación en relación con posibles violaciones a derechos humanos”, la CNDH reprobó “el clima de violencia que en semanas recientes se ha vivido en algunas entidades del país y sus repercusiones” en materia de garantías individuales.
Hasta ahora, en el caso específico de Zacatecas, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene indicios sólidos de la participación de elementos de esa dependencia en la desaparición de siete jóvenes cuyos cuerpos aparecieron días después sin vida y con el tiro de gracia en dos lugares distintos de Jerez.
Fuente: Proceso
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