Durante su segundo día de gira por Baja California, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, inauguró la primera etapa de la Universidad del Bienestar Benito Juárez García -donde se imparten dos carreras, acuacultura y pisicultura-, y expresó su convicción de hacer crecer el sistema porque la educación es un derecho, no un privilegio.
Los 140 alumnos de esta institución toman clases en un local prestado, y son hijos de jornaleros agrícolas de Oaxaca, Guerrero y Veracruz, a quienes, dijo el mandatario, se les garantiza el derecho a la educación y al trabajo.
El acto se retrasó poco más de una hora porque en el trayecto de Ensenada (donde durmió la noche del viernes) a San Quintín, grupos de colonos que viven a los costados de la transpeninsular lo detuvieron en varias ocasiones para expresarle distintas demandas.
En Colonet, a unos 120 kilómetros de Ensenada, los habitantes expresaron que tenían dos meses sin agua, que las empresas Driscoll y Berrymex se llevan el agua de los pozos para sus Viveros, y los pobladores deben de comprar pipas de agua para surtirse.
Otro grupo le expresó la necesidad de que se amplíe la carretera, de un solo carril en amplios tramos, lo que genera accidentes: “ hay que buscar la manera de que se amplíe la carretera”, dijo López Obrador más tarde, en un mensaje al titular de Comunicaciones y Transportes.
